Santiago “Bebote” Giménez no oculta las lágrimas: el delantero mexicano, con el escudo rojinegro del AC Milan en el pecho, confesó que vestir esta camiseta es “el sueño de un niño hecho realidad”.
Tras firmar un contrato de cinco años, el hijo del “Chaco” Giménez se convierte en el primer azteca en portar el número 7 del club italiano, un símbolo de magia y rebeldía que ahora carga con el orgullo de todo un país.
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De las calles de la CDMX a Milán
La historia de Santiago Giménez parece tejida por el destino. Mientras sus amigos coleccionaban estampas de ídolos, él ya lucía la camiseta del Milan en las canchas de la Ciudad de México, imaginando cruzar el océano.
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Hijo del exfutbolista Christian “Chaco” Giménez, Santi creció entre balones y anécdotas de su padre, pero su corazón siempre latió por el club italiano.
A sus 23 años, Giménez llega al santuario donde escribieron historia Van Basten, Shevchenko y el propio Ibrahimovic. Su contrato, válido hasta 2029, no es solo un papel: es la llave a un legado.
El número 7: Un dorsal con peso
El número en su espalda no es casual. En el Milan, el 7 ha sido sinónimo de genialidad: lo portaron Kaká, Pato y ahora Giménez, quien asume el reto con “la ilusión de todo México”.
Mientras los tifosos italianos corean su nombre, México levanta la mirada con orgullo. Giménez no solo carga los sueños del niño que jugó en calles y potreros, sino también los abrazos de su familia y la fe de un país que ve en él a un símbolo.
“Es un orgullo ver a un mexicano en un club de esta magnitud”, comentó un aficionado en redes, junto a una foto de Santi abrazando la bandera tricolor.
Con su llegada, el Milan no solo gana un goleador: hereda la pasión de un niño que convirtió su obsesión en destino. Y mientras pisa el césped del San Siro, Giménez sabe que cada gol que anote será un tributo a aquellos días en los que, con la camiseta rojinegra prestada, ya se sentía milanista. Ahora, el sueño es realidad… y su casa, para siempre.
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¿Podrá Santi escribir su nombre junto a las leyendas del Milan? El tiempo, y los goles, darán la respuesta.
