Por primera vez en más de una década, Tlaxcala recibió un partido de la Selección Mexicana y, como se anticipó en los diarios locales a lo largo de la semana, los asistentes gozaron con el regreso de una escuadra vestida de verde, blanco y rojo, incluso si se trató de la categoría sub-23.
La cita significó, además, el debut de Ricardo Cadena como director técnico de dicho combinado y el resultado del partido —de preparación rumbo a los Juegos Panamericanos de Santiago— frente a Colombia fue positivo para la causa azteca.
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2-0 se impuso la escuadra mexicana en el Estadio Tlahuicole, casa de los Coyotes en la Liga BBVA Expansión MX, a un equipo cafetero aventurado y vigoroso, pero poco efectivo, a lo largo de 90 minutos aderezados con el grito de: "¡México!” y amenizados por el ‘Cielito Lindo’, coreado una y otra vez, casi siempre, seguido de una ola.
Dominadora desde el silbatazo inicial, aunque con escasa claridad al momento de ir hacia adelante, la Selección Mexicana encontró la primera anotación en el delantero del Pachuca, Roberto De La Rosa, quien aprovechó la velocidad de una cancha recién ‘regada’ —por la intensa lluvia que azotó la ciudad minutos antes del arranque del juego— y remató con el pie un centro raso de Jairo Torres al 35'.
Siete minutos más tarde, el también jugador tuzo, Bryan González extendió la ventaja tras un tiro de esquina de múltiples rebotes y una dosis de fortuna. El 2-0 desató el color del inmueble, cuyo aforo rondó el 70 por ciento a pesar de las condiciones climáticas.
A partir de entonces y durante toda la segunda mitad, los dirigidos por Cadena atacaron con menor desparpajo y el roce físico se tornó continuo, hasta que, en la recta final del cotejo, se presentó un conato de bronca que derivó en una tarjeta amarilla para un par de elementos cafetaleros.
Las porras, por entonces, se entonaban: "¡Tlaxcala, Tlaxcala, Ra Ra Ra!” Y culminadas las acciones, eso es lo que perdurará.
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