Ciudad de México.- El 7 de julio de 2011, nació una figura para el futbol mexicano en la persona de Julio Gómez, quien con una chilena espectacular, tras haber anotado el gol del empate y jugar vendado los siguientes minutos, se ganó a todo un país al clasificar a su Selección a la Gran Final ante la poderosa Alemania.
Un momento inolvidable para toda la afición mexicana, sin embargo, el presente de Gómez no es tan brillante como se había vislumbrado tras brillar de esa forma en un torneo juvenil de primer nivel.
En el futbol mexicano, el Pachuca le dio una oportunidad en el máximo circuito, en donde solo tuvo participación en 15 partidos, quedando lejos de lo esperado con un gol y una asistencia.
A partir de ahí, recibió oportunidades en clubes como Chivas, Correcaminos, Cafetaleros de Tapachula, Chiapas, Coras de Tepic, Zacatepec, Cruz Azul Hidalgo, Loros de Colima y Coras de Nayarit de la Serie A del futbol mexicano, siendo este, su último club.