El Coloso de Santa Úrusula volvió a vibrar desde sus cimientos. No fue por un partido de Selección Mexicana, o por alguno de los populares equipos que residen en el histórico recinto. Fue la NFL, que se graduó por enésima vez en tierras aztecas, y que después de dos años de ausencia volvió con su mítico Monday Night Football, con un triunfo contundente para uno de los equipos que gozan de mayor popularidad en el país. Con mucha autoridad, San Francisco aplastó 38-10 a los Arizona Cardinals.
Un partido con tintes de otro planeta y otro deporte. La afición disfrutó por igual el calentamiento y el partido, coreando sus apellidos preferidos cada que volteaban a la grada. No importó que el juego tardara en carburar en emociones.
Tras cinco series dominadas por las defensivas, finalmente San Francisco sacó el pincel de la creatividad y conectó avances con Christian McCaffrey y Deebo Samuel, ambos con jugadas de 20 yardas que pusieron a San Francisco en la antesala de la zona roja.
En tercera oportunidad, Garoppolo tomó el ovoide y envió un pase a Brandon Aiyuk. Explotó el Azteca como hace mucho no lo hacía. TD de los 49ers.
En el intento de respuesta de los Cardinals volvió la euforia. San Francisco interceptó a Colt McCoy. Surtió efecto el grito de “¡defense, defense!”, que la afición coreaba en cada posesión de Arizona, local en la teoría, mas no en la práctica.
Enseguida cayó el 14-3. Jimmy G esquivó a un par de defensores y encontró abierto al ala cerrada George Kittle, quien no perdonó.
El viento soplaba en favor de los niners, pero los Arizona no regalaría el partido, y cuando el reloj se acercaba al medio tiempo, Greg Dortch consiguió 47 yardas por tierra que pusieron a su equipo en un aposición privilegiada, que James Conner selló con un acarreo corto.14-10.
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La segunda mitad del Monday Night Footbal en el Estadio Azteca
El descanso, lejos de bajar el ritmo del equipo de Kyle Shanahan, le inyectó mayor autoridad. Deebo Samuel acrecentó la ventaja apenas iniciada la segunda mitad y Aiyuk puso las cosas totalmente cuesta arriba para unos Cardinals que acusaron la falta de su mariscal de campo estrella, Kyler Murray, inhabilitado por su lesión en el tendón de la corva.
Kittle también reclamó su doblete. Atrapó otro pase de Garoppolo y corrió 30 yardas, bajo la displisencia defensiva, para ponerle punto final a un partido que mete de lleno en las conversaciones de playoffs a los niners y acrecenta los asteriscos de los Cardinals, que con o sin sus estrellas no logra elevarse al nivel prometido.
México, testigo una vez más de que esta es también tierra de la NFL
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