Los San Francisco 49ers y Kansas City Chiefs aterrizaron en Las Vegas el domingo previo al Super Bowl LVIII. Apenas instalados en la ciudad del pecado, los californianos ya emitieron la primera queja en contra de la NFL. Reportes indican que el equipo cinco veces campeón no está conforme con las condiciones en que se encuentra el campo de la universidad en donde les corresponderá entrenar a lo largo de la semana previo al gran juego.
La información indica que la liga colocó apenas la semana pasada pasto natural sobre la superficie artificial y los miembros del staff de San Francisco creen que es muy suave. Normalmente se requiere de campos de entrenamiento cuyas condiciones sean aprobadas por la NFL desde diciembre. Existe un estándar que califica la dureza de los emparrillados y el promedio es de 78 en la escala, se cree que el de la Universidad de Nevada, Las Vegas ronda los 50.
A que no sabías del Super Bowl
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Los 49ers estarían explorando otras opciones, pues no quieren dejar nada a la deriva a días de enfrentar el partido más importante de una larguísima temporada, se espera que lleven a cabo una sesión de entrenamiento ligera este lunes. Cabe recordar que los Chiefs y Patrick Mahomes utilizarán las instalaciones de los Raiders como propias a lo largo de la semana, hecho que debe dolerle a sus rivales de división. La liga designa a un equipo como local cada año y en esta ocasión son los Jefes, por ello se pueden dar dicho lujo.
La queja de los campeones de la Conferencia Nacional va más allá de preocupaciones por posibles lesiones, se trata de comodidad, el equipo está acostumbrado a jugar sobre superficies con mayor agarre. De cualquier forma, la queja hace eco de los muchos reclamos que la NFL ha sufrido en épocas recientes por la utilización de emparrillados que no son del agrado de la mayoría de jugadores.
El campo fue uno de los protagonistas en el Super Bowl LVII
El año pasado los Kansas City Chiefs vencieron a los Philadelphia Eagles en el State Farm Stadium de Arizona. A lo largo del partido infinidad de jugadores sufrieron resbalones que le robaron cierto protagonismo al juego como tal. Supuestamente, el campo tenía demasiada agua y no había sido exhibido tanto a la luz del sol.
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