Denver continúa el camino de la renovación de sus jugadores fundamentales consiguiendo dos beneficios a la vez: uno es asegurar la permanencia de los mismos y dos ser una opción más atractiva.
En el Draft de 2018 una posición que no era muy fuerte, en cuanto al potencial de sus jugadores era la de receptor. Prueba de ello es que solamente los primeros 3 seleccionados lucen como piezas sólidas y con futuro dentro de la NFL tres años después. En orden, fueron elegidos DJ Moore, Calvin Ridley y Courtland Sutton. Este último ha tenido quizá la trayectoria más compleja de los tres pero su reciente renovación podría catapultarlo al estrellato.
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Sutton no ha podido tener estabilidad en la posición de quarterback desde su llegada a la NFL. En su año de debut, el titular era un Case Keenum que no logró repetir en Denver el buen nivel que mostró en Minnesota. En 2019, empezó el carrusel con Joe Flacco, Drew Lock y Brandon Allen, curiosamente esa fue su mejor temporada, en la que explotó superando la barrera de las 1100 yardas, más de 5 touchdowns y estableciéndose como uno de los mejores receptores uno jóvenes de la liga.
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El 2020, pintaba para ser año de confirmación y había mucha ilusión de verlo junto al recién llegado Jerry Jeudy formar una de las mejores duplas de receptores. En la semana dos, se rompió el ligamento de la rodilla y terminó su temporada. Para 2021, no solo tenía que recuperarse de su lesión en los ligamentos, también tenía que acoplarse a otro quarterback, porque ahora era el equipo de Teddy Bridgewater.
Sutton ha estado a la altura
Sutton ha respondido, en 10 juegos registra más de 600 yardas y 2 touchdowns. Empezando a formar precisamente lo que la directiva de Broncos esperaba de él desde el año pasado: un receptor productivo complementario a Jerry Jeudy. Por eso, ahora en su cuarta temporada, la directiva apostó por su renovación antes de que su nivel continuara mejorando y su precio aumentara. Está amarrado por 4 años y esa noticia precisamente podría significar el final del carrusel de quarterbacks al que ha estado expuesto desde que llegó a Denver.
Si los rumores son ciertos y Aaron Rodgers planea salir de Green Bay al final de esta temporada, sus opciones no serán muchas. La mayoría de los equipos tienen un quarterback franquicia o algún jugador joven al cual planean apostarle a mediano plazo. Una vez eliminados esos equipos, hay que pensar en cuáles pueden tener piezas atractivas para un jugador del calibre de Rodgers y aparte que tengan el dinero suficiente para ofrecerle un contrato digno de él.
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Las opciones se reducen demasiado y por ello la renovación de Sutton parece un movimiento que podría beneficiar al equipo para seducir a ARod en la próxima agencia libre. Puede sonar un poco lejano, pero recuerden que hace dos años ver a Tom Brady en Tampa Bay era casi una locura.
