Tras vencer al Girona en la última fecha de la liga española, el Osasuna celebró su clasificación a la competencia continental de la Conference League, sin embargo, se ha destapado un escándalo de amaño de partidos de hace casi una década, lo que impediría al club disputar la competencia, pues la UEFA habría dictaminado que el club navarro no cumple con los requisitos.
Esto ha hecho estallar a la directiva del Osasuna por varias razones. Primero, porque los hechos fueron denunciados por el propio club en 2015, “para perseguir a quienes desviaron dinero, con fines poco claros, de la entidad”, alega el equipo mediante un comunicado.
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Y en segundo, porque los hechos ocurrieron hace más de nueve años, por lo que el equipo considera injusto que se sancione a una plantilla que se ganó su boleto a la competición de manera legal y dentro de la cancha.
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¿Qué puede hacer el Osasuna?
Por ahora, lo único que le queda al equipo rojillo es apelar la decisión lo más rápido posible y acudir al TAS para intentar revertir una sentencia que de momento luce firme. “El club no comparte el criterio de la UEFA, recurrirá ante el Comité de Apelación y anuncia que luchará legalmente, hasta las últimas consecuencias, por defender sus derechos”, afirma en un comunicado el club pamplonés.
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Al mismo tiempo, los Rojillos arremeten en contra de la estructura continental e incluso contra la misma Federación Española de Fútbol por no defender a la institución.
“Fuerte con los débiles y débil con los fuertes, la justicia de la UEFA no ha querido tomar en consideración que han sido los propios tribunales españoles de justicia quienes han declarado, literalmente, que Osasuna ha sido víctima del desvío de dinero realizado por algunos de sus exdirectivos a espaldas del máximo órgano de gobierno de la entidad, la Asamblea, y de los mecanismos de control del club”.
