El PGA TOUR tratará de mantener a sus principales estrellas y evitar que el aspecto económico haga que se vayan a buscar otros horizontes, como el de la Premier Golf League, un proyecto que venía cobrando fuerza previa al inicio de la pandemia.
La Premier Golf League es financiada por empresas poderosas con base en Arabia Saudita y Nueva York. Si bien el plan de la PGL es atraer a los nombres más importantes del golf con millonarias bolsas de premios, el proyecto se ha visto frenado por el escepticismo de algunos jugadores.
Según lo informado por medios estadounidenses el martes, el nuevo Programa de Impacto del Jugador del Tour identificará a los 10 mayores impulsores en el deporte, independientemente de cómo jueguen, y los compensará a través de un fondo de bonificación de $40 millones de dólares, con el jugador que aporta el mayor valor agregado. A través de la participación de fanáticos y patrocinadores, lo que genera $8 millones adicionales.
Según el informe, el valor de un individuo se basará no sólo en el rendimiento en el campo, sino también en una puntuación de impacto, que se determinará mediante cinco métricas: la popularidad en la Búsqueda de Google; la calificación de exposición de su marca, según Nielsen; la calificación Q (familiaridad y atractivo); la calificación del índice MVP (participación en canales sociales y digitales); y menciones Meltwater (frecuencia con la que genera cobertura en las plataformas de medios).
The PGA Tour is implementing a lucrative new bonus structure designed to reward top players for moving the needle, and not just by their on-course performance. https://t.co/UTFNnGEvMG
— Golfweek (@golfweek) April 20, 2021
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En el documento que les distribuyeron a los jugadores se simuló el sistema de puntuación de la temporada 2019 y los beneficiados hubieran sido: Tiger Woods, seguido de Rory McIlroy, Brooks Koepka, Phil Mickelson y Rickie Fowler, con Jordan Spieth, Dustin Johnson, Justin Thomas, Justin Rose y Adam Scott redondeando el top 10.
Ese año, Spieth y Scott no obtuvieron una victoria, mientras que un par de campeones de Majors de 2019, Gary Woodland y Shane Lowry, no llegaron al top 10. Tampoco Bryson DeChambeau o Jon Rahm.
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El programa parece ser una reacción directa a la Premier Golf League, que había intentado atraer a algunas de las estrellas más importantes del deporte para una gira disidente.
El año pasado, McIlroy fue la primera superestrella en rechazar públicamente la PGL, pero agregó que la liga propuesta explotaba algunas de las debilidades del PGA Tour y que podría ser un “catalizador para algunos cambios en este tour que pueden ayudarlo a crecer”, mencionando, como ejemplo, la idea de recompensar a los mejores jugadores. McIlroy fue elegido presidente del Consejo Asesor de Jugadores a principios de este año.
El Programa de Impacto del Jugador del Tour entró en vigor desde el 1 de enero del presenta año.
