Paola Espinosa ya se encuentra concentrada en la burbuja del centro nacional de alto rendimiento. La histórica clavadista mexicana se prepara para lo que será el selectivo interno a finales de mayo, para definir a los que irán a los juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Hace unos días, México logró la hañaza al asegurarse las 12 plazas olímpicas en clavados, incluidas las cuatro pruebas de sincronizados. La clavadista azteca, Paola Espinosa, ya había asegurado su boleto junto a su nueva compañera, Melany Hernández, en el trampolín de 3 metros sincronizados, en el campeonato mundial Gwangju 2019, donde se adjudicó el bronce.
Tokyo 2020 serán los quintos Juegos Olímpicos para Paola Espinosa, en donde irá en busca de su tercera medalla tras haberse colgado el bronce en Pekín 2008 y la plata en Londres 2012 en 10 metros sincronizados.
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Paola Espinosa, histórica en Juegos Olímpicos
Paola Espinosa escribió con letras de oro su nombre en la historia del deporte mexicano. Se trata de la atleta con el mayor número de participaciones en Juegos Olímpicos y multimedallista. Detrás de las medallas, hay una mujer resiliente y decidida a ser la mejor clavadista en la historia de México.
Sin embargo, a pesar de todo el éxito que está en puerta de la medallista mexicana, no todo ha sido fácil para ella en el plano personal, sobre todo este último año, pues aunque gran parte de su vida es el deporte, no deja de ser una persona con compromisos familiares.
Debido al tiempo que tuvo que pasar fuera de los entrenamientos y viajes a los que está acostumbrada, descubrió muchas facetas de ella que no había conocido antes, además de que pudo compartir mucho tiempo con su pequeña hija Ivana como nunca antes.
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La doble medallista olímpica quiere volver a subirse al olimpo en tokyo 2020 y podrás seguir su camino en Azteca Deportes.