España. El piloto italiano Valentino Rossi puso este domingo “punto y final” a su carrera deportiva después de 432 grandes premios y 26 temporadas en las que ha logrado nada menos que nueve títulos mundiales, uno de 125 c.c. (1997), otro en 250 c.c. (1999) y siete de 500/MotoGP (2001, 2002, 2003, 2004, 2005, 2008, 2009) y ha conseguido elevar el motociclismo a niveles nunca alcanzados gracias a sus celebraciones, su espectacularidad sobre la pista y la manera de hacer las cosas que han cautivado a los aficionados al motociclismo de los cinco Continentes que desde mucho antes de su retirada ya lo han considerado una leyenda.
Un piloto ganador, de casta y con un carisma y empatía con todos los aficionados y seguidores del motociclismo que será muy difícil de igualar para cualquiera de sus rivales.
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Sus 115 victorias y 235 podios en total, son una meta al alcance de muy pocos pilotos, pero seguro que para la inmensa mayoría de los aficionados al motociclismo lo que quedará para el recuerdo serán sus sublimes celebraciones, que desde 1996 comenzaron a hacer famoso y todos esperaban tras alcanzar lo más alto del podio. Su primer título mundial, una temporada después, en 125 c.c., se podría decir que le llevó directamente a enfilar el camino hacia el “Olimpo” del motociclismo.
Yahama se despide de Valentino Rossi con una carta
El fabricante japonés Yamaha, marca con la que el italiano Valentino Rossi consiguió cuatro de sus siete títulos mundiales de MotoGP le ha querido homenajear con un vídeo muy especial y una carta de “su” moto, la Yamaha YZR-M 1.
La transcripción íntegra de la carta, firmada “Con Amor tu YZR-M1", dice íntegramente:
“Todo el mundo se ha despedido de ti, Valentino. Sólo faltaba una de alguien a quien aprecias mucho...
Aquí está:
Puedo recordar el sábado 24 de enero de 2004 como si fuera ayer.
Nuestra primera cita en Malasia.
Llevaba mucho tiempo esperando a alguien como tú.
Estaba nerviosa, pero fue amor a primera vista para los dos.
Supe al instante que nuestra relación sería algo realmente especial.
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Tuvimos esa innegable chispa de una vez en la vida, y todas las piezas del rompecabezas simplemente encajaron.
Nunca olvidaré cómo nos detuvimos en el césped de Welkom en 2004.
Los dos solos, dándonos cuenta de que tú y yo juntos teníamos razón, y que esto era sólo el principio.
Ganamos cuatro títulos de MotoGP y 56 carreras juntos.
Llevamos la alegría a millones de personas en todo el mundo y creamos recuerdos para toda la vida.
Hicimos historia, porque trabajamos como uno solo y sacamos lo mejor de cada uno.
Me hicisteis fuerte de nuevo.
Hiciste que me respetaran de nuevo.
Hiciste que me volvieran a amar.
Sólo tú, Valentino, tenías el poder de hacerlo.
Y yo confié plenamente en ti.
Te apoyé de todo corazón.
Luché todas tus batallas contigo.
Sólo yo fui capaz de hacer que el deporte del motor fuera emocionante para ti hasta el final.
Desde nuestro primer beso en la hierba de Welkom hasta nuestro último baile en Valencia este año, hemos vivido muchas aventuras extraordinarias.
Y luego estaban nuestros viajes especiales a Laguna Seca en 2008 y a Cataluña en 2009.
Nadie se movía como nosotros en aquella época, ¿verdad?
También en Assen en 2009, cuando te ayudé a ganar tu carrera número 100.
¡Fue mágico!
Te he llevado durante 16 años de tu increíble carrera.
Pero tú también me has llevado en tu corazón.
De Mugello a Motegi, de Silverstone a Sepang y de Barcelona a Buriram, siempre hemos estado ahí el uno para el otro.
Te he dado todo, como tú lo hiciste conmigo.
Lo único que siempre atesoraré son nuestras conversaciones en la parrilla.
Éramos tú y yo contra el mundo.
Tú y yo éramos “montar o morir”.
Pero, por desgracia, incluso las más bellas historias de amor llegan a su fin.
Valentino, eres parte de mí.
Parte de mi historia.
Parte de lo que soy hoy y de lo que seré mucho después de que nos separemos.
La nuestra es una conexión realmente especial, y te voy a echar de menos más de lo que nunca sabrás.
Grazie, Valentino.