El “Enmascarado de Plata” es un ícono de la cultura mexicana y la máxima figura de la lucha libre de nuestro país.
Nacido en Tulancingo, Hidalgo, Rodolfo Guzmán Huerta dio vida a una leyenda.
Luchador de fina estampa, actor, figura mundial e ídolo de multitudes, El Santo debutó a los 16 años contra Eduardo Palau, quien después fue referee.
Rudy Guzmán, El Enmascarado, El Hombre Rojo, El Demonio Negro fueron algunos de sus personajes en sus inicio en el pancracio nacional. Fue hasta el 26 de abril de 1942 que debuta en la Arena México con el nombre de El Santo.
La primera máscara que obtuvo fue la de Sombra Blanca, en una pelea épica en la Arena de Veracruz.
Cavernario Galindo, Murciélago Velázquez, Black Shadow, Halcón Negro, El Gladiador, Monje Loco, Dragón Rojo, El Chacal, Perro Aguayo y Bobby Lee fueron otras de su víctimas en luchas de apuesta.
Su carrera como actor fue igual de exitosa, 53 películas filmó a lo largo de su trayectoria dentro del cine.
El Santo nunca perdió su legendaria máscara plateada, pero el 5 de febrero de 1984 la muerte le ganó la lucha más importante.
Murió tras sufrir un infarto al miocardio y fue enterrado ante más de 20 mil personas que acudieron a Mausoleos del Ángel.
La de A Caballo, El Tope de Cristo, la Plancha y El Tope Suicida fueron algunas de sus creaciones arriba del cuadrilátero. Hace un año fue inducido al Salón de la Fama de la WWE.
Fue El Santo uno de los máximos exponentes del deporte azteca.
Por: Eder Calderón
