Ciudad de México.- El tercera base de los Dodgers tuvo que ser removido del último encuentro de la Serie Mundial por dar positivo al Covid-19.
Justo o injusto, pero las Grandes Ligas y la Asociación de Jugadores siguen buscando una resolución al caso de Justin Turner, jugador que diera positivo al Covid-19 durante el juego 6 de la Serie Mundial frente a Tampa Bay y que fuera el del campeonato para Los Ángeles.
Turner fue de los jugadores importantes de la franquicia rumbo a su primera coronación en 32 años. Sin embargo, tuvo que ser removido en el octavo inning por tal situación, lo que generó polémica sobre si fue correcto que el pelotero celebrara con sus compañeros el título.
Algunos de los temas que se manejan dentro de la cúpula del Comisionado es conocer los síntomas del pelotero y las por qué se infectó en una burbuja que se supone era segura.
Al parecer no hubo efectos secundarios dentro de la organización de los Dodgers pese al contacto de Justin durante el encuentro y en la celebración. También esperan una disculpa del jugador, el cual es agente libre. Dentro de la gerencia de Los Ángeles se plantea volver a firmar al tercera base, pero se desconoce si una sanción alteraría los planes. También se habló del posible retiro del apodado “Barba Roja”.
Lo que puedo decir y expresar es que la mayoría de la afición beisbolera (incluyéndome) no parecen darle mucha bola a las acciones de Turner (pese a los delicado del tema sanitario).
Al final, no hubo daño colateral y se puede entender la euforia que vivía el jugador por primera vez como campeón, una experiencia que no muchos pueden saborear.