En octubre de 1995, la esquina de Segurola y Habana en la ciudad de Buenos Aires se hizo famosa tras un altercado entre Diego Armando Maradona y Julio César Toresani, quien murió en el 2019. Desde hoy, la unión de esas dos calles ha quedado inmortalizada de cierta manera. A unos días de que se cumpla un año del fallecimiento de Maradona, se colocó una placa en dicho sitio que, desde hace años, es muy visitado por los turistas.
Segurola y Habana es, desde hoy, “La esquina Maradona”. La placa, colocada en el edificio en el cual Maradona vivió durante varios años de la década de los 90, dice lo siguiente: “Esquina Diego Armando Maradona. En homenaje a un símbolo del futbol argentino y mundial. 30-10-1960- ∞”.
El homenaje fue impulsado por un diputado bonaerense, Daniel del Sol, y fue aprobado por unanimidad en la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires. “Es un lugar, para nosotros, cultural, como hay muchas esquinas en la ciudad de Buenos Aires y no podíamos dejar pasar la ocasión de reconocer dónde vivió con sus hijas. Maradona, para nosotros, siempre fue un emblema de alegría y felicidad por todo lo que nos dio. Simplemente queremos recordarlo bien”, expresó el diputado.
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¿Por qué se hizo famosa dicha esquina?
Fue el 7 de octubre de 1995, Diego Armando Maradona volvía a la actividad profesional tras la suspensión de 15 meses por el doping positivo en el Mundial de 1994. Diego se volvía a poner la camiseta de Boca Juniors y se enfrentaba a Colón de Santa Fe, en una Bombonera absolutamente repleta para presenciar el regreso de Diego Armando Maradona.
Segurola y Habana.
— De Taquito (@De_Taquitoo) November 17, 2021
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El partido fue muy cerrado y ríspido y, a los 38 minutos del primer tiempo, Julio César Toresani fue expulsado. Claudio Caniggia le había cometido una falta a Dante Unali y, fiel a su estilo, el “Huevo” Toresani saltó en defensa de su compañero. Los reclamos de Toresani a Caniggia provocaron que Maradona interviniera en el tumulto. Toresani se fue expulsado y al finalizar el juego declaró lo siguiente: “a mí, me echó Maradona. Me gustaría tenerlo enfrente, a ver si me dice lo que dijo en la cancha. Lo iría a buscar hasta la casa”.
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Maradona se encontraba en pleno vestidor de la Bombonera, tras la victoria por 1-0, cuando se enteró de los dichos del mediocampista y no se guardó nada: “A Toresani le dije en la cancha que yo vivo en Segurola y Habana 4310, séptimo piso. No tengo ningún problema en que me venga a buscar porque estoy cansado de estos, de los de pico (bocones). Que le pregunten a Lamolina (el árbitro), a ver si éste tiene cara, este Toresani, que no existe, que le pregunten a Lamolina si no le dije que no lo eche, lo juro por mis hijas. Le vuelvo a repetir a Toresani, Segurola y Habana 4310, séptimo piso y vamos a ver si me dura 30 segundos”.
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Años después, Dalma Maradona, una de las hijas de Diego con Claudia Villafañe, contó que cada vez que tomaba un taxi, el chofer al reconocerla simplemente le decía: “¿A Segurola y Habana?” Esa esquina que se hizo famosa hace más de 26 años, y a la que cientos de maradonianos acuden a tomarse una foto, ya cuenta con una placa conmemorativa.