“Nunca había existido un año así” es una frase recurrente entre scouts, analistas, coaches o directivos de la NFL que llevan varios años cubriendo el Draft. A raíz de la pandemia las evaluaciones de los jugadores se complicaron. Primero por la falta de interacción con ellos, luego porque algunos equipos jugaron 12 partidos, mientras otros solamente 1 o 2.
Varios de los mejores talentos decidieron no jugar en 2020 por la pandemia y prepararse para el Draft, lo que significa que no juegan desde 2019, mientras otros jugaron, tuvieron buen rendimiento y aprovecharon para saltar al primer plano. Con muchas lagunas en cuanto a información personal, evaluaciones de conducta o exámenes médicos, estos son los 25 jugadores que considero tienen mayor oportunidad de convertirse en estrellas de la NFL cuando volteemos a ver este Draft en 5-6 años. (Incluyo comparativos de lo que podrían parecer cada uno en caso de alcanzar su máximo potencial).
Trevor Lawrence, QB, Clemson
El mejor prospecto de quarterback en los últimos 9 años. Tiene el físico ideal además de ser sumamente veloz. Es inteligente, maduro, competitivo, ganador y un líder nato. Tiene todo lo necesario para destacar como quarterback: pases precisos y rápidos, lanza con velocidad, toque, anticipación y “timing”. Fuerza en el brazo y gran toma de decisiones. Solo una catástrofe le impediría ser un gran jugador. Talento generacional que solo debe apresurar un poco su movimiento antes de lanzar.
Comparativo NFL: Andrew Luck más delgado.
Kyle Pitts, TE, Florida
Talento único. Un tight end de 1.98m y 111 kilos que se mueve mucho más rápido de lo que debería. Rápido, potente y dominante. Corre muy bien sus rutas, de forma ágil y suave, siempre logra separación y si no gana por fuerza lo hace por velocidad o altura. Juega pegado al tackle, como receptor interno o externo, y en cualquier zona es una pesadilla para defender. Un espécimen, un adulto jugando contra niños.
Comparativo NFL: Travis Kelce en el cuerpo de Darren Waller.
Ja’Marr Chase, WR, LSU
Receptor que encuentra varias vías para ganar sus duelos. Se vale de su estilo físico-agresivo para ganar balones divididos y de su velocidad para imponerse en trayectorias largas. Gran producción tras recepción y una facilidad pasmosa para generar separación en el primer paso. Corre muy bien sus rutas y provoca muchas tackleadas fallidas por su potencia con el balón en las manos.
Comparativo NFL: un Antonio Brown más grande.
Justin Fields, QB, Ohio State
Quarterback tremendamente atlético con fantástica fuerza de brazo y velocidad en sus pases. Sumamente preciso y una amenaza total corriendo el balón. Altamente competitivo, resiliente y con temple. Hace muy bien la lectura de sus receptores, pero no tan rápido como debiera. Condiciones para ser quarterback top.
Comparativo NFL: Carson Wentz en el cuerpo de Dak Prescott.
Trey Lance, QB, NDSU
Potencial para ser mejor incluso que Lawrence. Lance, tiene un físico imponente y un cañón en el brazo, aún así es muy paciente y cuidadoso con sus pases para no entregar el balón. A pesar de tener la fuerza suficiente, sus pases profundos no son los más precisos y también debe mejorar el toque en algunos pases cortos-medios que debieran ser de rutina. Corriendo es una fuerza de la naturaleza. Es sumamente inteligente, sabe leer esquemas defensivos y modificar sus protecciones. Potencial altísimo pero aún con varias cosas por pulir sobre todo por su inexperiencia (17 juegos de titular).
Comparativo NFL: lanzando como Deshaun Watson, corriendo como Josh Allen.
Jaycee Horn, CB, South Carolina
El mejor “press” corner de la generación y personalmente al que más aptitudes le veo para convertirse en un corner capaz de mantener a raya a los principales receptores rivales. Horn es un prospecto alto, de brazos largos y delgado pero sumamente físico que lee muy bien a los receptores y reacciona mejor gracias a su velocidad e instintos. Preocupa un poco lo propenso que es a cometer castigos.
Comparativo NFL: Aqib Talib.
Zach Wilson, QB, BYU
Quarterback sumamente entretenido de ver. Es fino, con pases rápidos y letales, como un látigo. Puede crear jugadas fuera de la estructura original y completar cualquier pase sin la necesidad de tener los pies bien apoyados. Mejoró muchísimo en cuanto a la precisión de sus envíos en todos los niveles. Mi única inquietud con él es el físico, los quarterbacks menores de 95 kilos en la NFL no tienen buen historial si no son súper atletas y Wilson no lo es.
Comparativo NFL: Lanza como Kyler Murray, cuerpo de Derek Carr.
DeVonta Smith, WR, Alabama
Receptor ridículamente productivo. En una Universidad como Alabama, repleta de estrellas, él brilló más que nadie en 2020 ganando el Heisman y el título nacional. Prospecto sumamente seguro, corre sus rutas de forma fina, veloz y súbita. Sus brazos parecen tentáculos que le ayudan para ganar balones a los que pareciera no tener alcance por su físico. Productivo en todas las zonas, incluso en zona roja, y devora yardas después de la recepción. Genera separación de forma instantánea y su mayor virtud es que casi siempre está abierto. La única duda es su físico. Aunque tiene la altura ideal, jugar en 79 kilos en esta liga genera preocupaciones sobre su durabilidad.
Comparativo NFL: Odell Beckham menos explosivo pero más fino.
Penei Sewell, OT, Oregon
20 años, 150 kilos y 1.97 metros. Es el mejor tackle ofensivo de la clase porque a pesar de su corta edad es sumamente dominante en varias facetas del juego. Muy veloz para salir a encontrarse con su rival en el juego aéreo, lo que en ocasiones le juega en contra. En el juego terrestre es una mole, combina potencia con precisión para atacar su asignatura y es muy rápido cuando sale a encabezar acarreos “cuesta abajo”. Suele cometer errores en las primeras jugadas del partido, pero aprende rápidamente y difícilmente lo vencen dos veces con la misma acción. Debe mejorar en el juego de pase, pero en el terrestre puede dominar de inmediato.
Comparativo NFL: Trent Williams.
Patrick Surtain II, CB, Alabama
Un corner sumamente seguro, con muy pocas debilidades. Surtain se vale de su técnica y físico para no perder asignación en coberturas personales pero también es ágil y muy disciplinado para no perderse en coberturas de zona a pesar de carecer de velocidad élite. Ese estilo tan físico también es de gran ayuda en el juego terrestre, donde difícilmente falla tackleadas a campo abierto. Como buen jugador de Alabama tiene muy bien establecidos sus fundamentos, jugador seguro, quizá no excepcional, pero sumamente confiable.
Comparativo NFL: Marlon Humphrey.
Jaylen Waddle, WR, Alabama
Es un rayo, pero no es el clásico velocista que solo produce en rutas profundas y desaparece el resto del partido. En Alabama destacó sobre todo en pases pantallas, burbuja, jet-sweeps y pases rápidos, fue sumamente productivo en todas las facetas. Una vez que tiene el balón en sus manos alcanza una segunda velocidad que no está al alcance de todos. Elude muchísimas tackleadas tanto regresando patadas como después de la recepción. Aunque no corre como gallina sin cabeza, debe seguir mejorando en sus rutas medias y largas esperando que las lesiones no lo sigan atormentando.
Comparativo NFL: DeSean Jackson.
Jaelan Phillips, EDGE, Miami
Si no fuera por su historial de lesiones (conmociones) para mi sería el mejor defensivo de la clase. Encargado de presionar al quarterback que puede ganar sus duelos por velocidad/agilidad, fuerza bruta o con distintos movimientos de brazos, casi nadie tiene ese paquete tan completo. No solo produce contra el pase, sino que también hace buenas lecturas e irrumpe el juego terrestre. En algún punto llegó a pensar en retirarse del football por las lesiones, pero si lo respetan, puede ser un diferenciador inmediato en defensa.
Comparativo NFL: Joey Bosa menos potente y menos refinado.
Jeremiah Owusu-Koromoah, LB, Notre Dame
Probablemente mi jugador favorito de todo el Draft. Con un físico inferior al molde promedio del linebacker actual, JOK puede hacerlo absolutamente todo en el campo. Es fuerte y rápido para mantenerse pegado en cobertura personal, agresivo y veloz para presionar al quarterback en situaciones determinadas, y sumamente físico para frenar el juego terrestre llegando de segunda línea. Tiene instintos fantásticos para reconocer hacia dónde puede ir la jugada y un incansable motor que le permite mantener la intensidad a tope durante todo el juego. Su estatura, un tanto por debajo del promedio, le puede jugar en contra enfrentando tight ends más físicos pero lo compensa con su velocidad. También le cuesta un poco ubicarse en cobertura de zona, donde debe seguir mejorando, pero le ayuda su amplio rango de desplazamiento. Es un jugador moderno, que puede fungir en el rol de los Tyrann Matthieu, Jamal Adams o Derwin James, comodines de la defensa sumamente agresivos, útiles en diferentes zonas y altamente efectivos. Requiere de un coordinador que tenga un plan específico para emplearlo o de lo contrario puede ser el próximo Jabrill Peppers, que se queda en el limbo por no tener posición fija.
Comparativo NFL: Jamal Adams.
Rashawn Slater, OL, Northwestern
Liniero ofensivo con capacidad y velocidad bruta para encontrar su punto de anclaje en el juego de pase. Tiene un sentido de urgencia que solo se lo he visto a los grandes guardias de la liga (Quenton Nelson, Zack Martin), refiriéndome a que, después de eliminar su primer rival, de inmediato identifica quién podría ser una amenaza y va por él para ayudar a su quarterback. En el juego terrestre es mejor subiendo al segundo nivel gracias a su velocidad, pero en protección de pase, su falta de potencia y altura le han dado problemas cuando enfrenta jugadores más físicos. Jugando como tackle puede ser muy útil, si lo emplean como guardia debería tener una carrera de estrellato.
Comparativo NFL: Zack Martin.
Caleb Farley, CB, Virginia Tech
Otro jugador que, de no ser por las lesiones, estaría más arriba, específicamente sería el primer corner de la lista. No jugó en 2020, pero en 2019 tuvo cuatro intercepciones, 19 pases rotos, y sólo permitió el 24.4% de pases completos, una producción bestial a pesar de solo llevar dos años jugando como corner. Tiene instintos superlativos a la hora de reaccionar antes que el receptor e impedir que atrape el balón. Su físico largo y fuerte aunado a su enorme zancada lo convierten en alguien casi imposible de sacudir, personalmente creo que no hay nadie mejor en esta clase en cuanto a cobertura uno a uno se refiere. En los últimos dos años ha tenido dos lesiones en la espalda que comprometen su durabilidad a largo plazo.
Comparativo NFL: Marshon Lattimore en el cuerpo de Richard Sherman.
Jamin Davis, LB, Kentucky
Linebacker moderno en la NFL: atlético, largo, ligero y ágil. Davis puede cumplir a la perfección cualquier rol que se requiera de él, tanto en cobertura de pase, como en el juego terrestre e incluso cargando contra el quarterback de vez en cuando. Destaca en cobertura de pase ya que es sumamente ágil para desplazarse de lado a lado y tirarse para atrás en la zona central del campo. Tiene buenos instintos y reconocimiento que le han ayudado para conseguir múltiples intercepciones. Sin ser el más fuerte, su capacidad atlética e inteligencia pueden convertirlo de inmediato en un líder de la defensa.
Comparativo NFL: Lavonte David.
Micah Parsons, LB, Penn State
Linebacker de corte físico y violento. Le gusta el contacto y hacer sentir su presencia. Es sumamente agresivo para ir tras el balón y en ocasiones esa premura lo hace adelantarse y perder la oportunidad de acabar con la jugada, pero se le debe reconocer la inteligencia que tiene para identificar el sentido de la acción. Al ser un linebacker “pesado”, en los primeros años podría ser de los mejores de la clase, pero en 4-5 años el físico podría verse deteriorado por lesiones. Además, tiene acusaciones por conductas extra cancha que generan desconfianza y reflejan inmadurez.
Comparativo NFL: Dont’a Hightower un poco más ligero.
Terrace Marshall, WR, LSU
Receptor alto, físico y veloz. Acostumbrado a ganar balones divididos imponiéndose con su altura. Lo usaron en LSU en el rol de receptor interno atacando el “seam” por lo que, como prospecto, me recuerda mucho a la forma como Michael Thomas entró a la NFL. Es menos alto que el WR de Saints, pero más veloz y, al igual que él, un cambio de posición a la parte externa podría beneficiar su producción y permitirle dominar desde su primer año. En principio parece mejor capacitado para ser un segundo receptor capaz de crear jugadas grandes mientras corrige sus problemas con pases sueltos y refina sus rutas.
Comparativo NFL: Michael Thomas versión Ohio State.
Teven Jenkins, OT, Oklahoma State
Tackle ofensivo que desde la Universidad se estableció en el lado derecho y, en una clase con muy buenos jugadores en su posición, me parece el más potente de toda la generación. Juega con gran violencia, en el buen sentido de la palabra, tiene el físico ideal y una facilidad pocas veces vista para encontrar los ángulos correctos sobre los cuales puede empezar a trabajar para eliminar a su rival. Se adapta por igual cuando enfrenta defensivos ágiles y técnicos o potentes y físicos. En ocasiones puede parecer que va a perder la batalla, pero encuentra una forma de anclarse al piso que le permite mantener la posición y luego con su fuerza recompone. En ocasiones esa violencia le hace quedar fuera de balance y eso genera susceptibilidad a movimientos dobles. En general, Jenkins está preparado para ser un titular de impacto en el lado derecho desde el día uno, y aunque la longitud de sus brazos no sea la ideal, su altura y potencia le ayudan a compensarlo.
Comparativo NFL: Jack Conklin más agresivo.
Christian Darrisaw, OT, Virginia Tech
Darrisaw es un tackle izquierdo con vasta experiencia jugando en la posición. Lo que de inmediato resalta de él, es la técnica y la paciencia que tiene para esperar a que los defensivos desarrollen sus “stunts” y una vez que los ha identificado es determinante y veloz para bloquear en el juego de pase. En el juego terrestre se ha vuelto un especialista ejecutando conceptos de zona. Pero a veces es tan firme la posición que toma a la hora de dar el primer paso que si el defensivo tiene un primer movimiento más fuerte, Darrisaw exhibe falta de agilidad o capacidad atlética para recomponerse. Es decir, si no gana el primer contacto, le cuesta recuperar la posición. Aún así parece un tackle sumamente útil que podría desarrollar buena carrera en la NFL.
Comparativo NFL: Duane Brown.
Alijah Vera-Tucker, OL, USC
Vera-Tucker es uno de los jugadores que parece más fácil de “proyectar” en cuanto a lo que sería en la NFL. Es sumamente rápido para ir a buscar el contacto, pero en más ocasiones de las que uno quisiera, se observa que no es capaz de mantener la pelea contra defensivos que atacan con más fuerza y esto es, porque aunque tiene buena técnica y fundamentos, carece de la potencia o el físico necesario para ser un tackle dominante en la NFL. Vera-Tucker parece mejor capacitado para jugar como guardia, donde no necesita desplazarse tanto para iniciar contacto. En el juego terrestre hay poco que reprocharle, rápido para atacar y generar espacios, sobre todo cuando empieza a subir al segundo nivel.
Comparativo NFL: Elgton Jenkins.
Rashod Bateman, WR, Minnesota
Bateman es uno de los jugadores más difíciles de evaluar porque su temporada 2019 parecía ser digna de una selección top 15, pero su temporada 2020 parece incluso de segunda ronda. En su defensa, el año pasado, el equipo de Minnesota tuvo varias bajas y lo movieron a jugar como receptor interno donde claramente no produce tan bien como afuera. Sin ser específicamente espectacular en alguna área, Bateman tiene un rango de recepción sumamente amplio gracias a la longitud de sus brazos y su capacidad para rastrear el balón, además de ser muy disciplinado para correr sus rutas. Normalmente, cuando juega por fuera, suele encontrar la forma de generar una jugada grande, sea por velocidad, por la forma tan radical que corre sus rutas o por la separación que consigue con su primer paso. Puede empezar siendo un receptor dos que con el tiempo asuma la posición alfa.
Comparativo NFL: Adam Thielen.
Kwity Paye, EDGE, Michigan
Tiene el físico ideal para un jugador encargado de presionar al quarterback y lo mezcla bien con la potencia y el motor a la hora de colapsar la bolsa de protección. Aunque su baja producción es más debido a la (mala) forma en que Michigan lo empleó, sigue siendo más atleta que jugador, en el sentido que sus movimientos no son finos y carece de variedad para atacar linieros ofensivos. Las capacidades están ahí para convertirse en un gran pass rusher, pero de primera instancia parece que ayudará más en el juego terrestre donde su potencia física le permite ser más incisivo.
Comparativo NFL: Emmanuel Ogbah un poco más atlético.
Mac Jones, QB, Alabama
Jones es lo más cercano a un quarterback “de bolsa”, aunque es más móvil en la bolsa de protección. Destaca por su “timing” y precisión a la hora de lanzar así como la velocidad con la que lee la defensiva rival. Es sumamente certero lanzando a cualquiera de los tres niveles de la cancha. Ha probado ser un distribuidor capaz más que un creador. Mac es sumamente certero con el balón en sus manos pero carece de una característica que lo diferencie del resto de una forma superlativa. No es un súper atleta ni tiene el brazo más fuerte. Es el quarterback perfecto para ejecutar las órdenes de una mente brillante en la NFL, pero no es el tipo que te resolverá jugadas si las cosas no salen conforme a lo planeado.
Comparativo NFL: Kirk Cousins un poco más móvil.
Trevon Moehrig, S, TCU
Moehrig es el safety mejor calificado de la generación gracias al rango del campo que es capaz de abarcar, y por sus instintos e inteligencia para diagnosticar jugadas antes de que inicien. Sin ser un súper atleta, es lo suficientemente ágil para corregir si sus compañeros son superados y difícilmente está fuera de lugar. Si bien me gustaría verlo terminar con más agresividad sus jugadas, es un tackleador seguro que difícilmente permitirá que la jugada siga avanzando cuando va en su dirección.
Comparativo NFL: Kenny Vaccaro.