En medio de renovaciones y la euforia de los nuevos millonarios que tendrán certeza laboral como el caso de Dak Prescott, también está el otro lado de la moneda: aquellos jugadores que ha sido un día de crecimiento de afrontar que no estarán más con la organización con la que estuvieron desde hace unos años. Ese es el caso de Carlos Dunlap, dos veces electo al Pro Bowl y que Seattle tuvo que tomar una difícil decisión al dejarlo en libertad.
Si se hubiera quedado en la organización de Seattle hubiera representado que le pagaran un bono por estar en el roster de 3 millones de dólares (a pagar el próximo 21 de marzo), además de que como la mayoría de los equipos dentro de la liga, los Halcones Marinos tienen problemas con el tope salarial de la NFL.
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Que dejen en libertad al jugador además representó liberar 14.1 millones de dólares por la forma en la que estaba estructurado su contrato. No hay que ser un genio en las sumas y las restas para decidir entre mantener 17.1 millones de dólares en total o decidir buscar otra opción en detrimento del jugador.
Carlos Dunlap había pasado gran parte de su carrera dentro de la NFL con los Bengalíes de Cininnati y llegó a Seattle para aportar su talento a una defensiva que necesitaba de él. Tras su polémica llegada a los Seahawks después de utilizar las redes sociales para acelerar su cambio tras no estar tan “contento” en la jungla, aportó a la defensiva de Pete Carroll cinco capturas de quarterback además de catroce tacleos.
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La línea defensiva de los Seattle Seahawks
Sin embargo el equipo decidió que era mucho más lo que los costaría que el beneficio real que pudiera dar el veterano jugador a esta línea defensiva. Con esta baja los jugadores a la defensiva en la misma posición nominal que Dunlap que se quedan en Seattle son L.J. Collier, Rasheem Green, Alton Robinson y Darrell Taylor.
