La franquicia de los Washington Commanders está lista para regresar a D.C., la capital de Estados Unidos después de casi tres décadas.
Este lunes, la alcaldesa Muriel Bowser anunció un acuerdo histórico con el equipo para construir un nuevo estadio en el terreno del antiguo RFK, que fuera su hogar entre 1961 y 1996.
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Commanders vuelven a casa en D.C.
El proyecto, valorado en casi 4,000 millones, incluira no solo un moderno estadio, sino también viviendas, espacios verdes y un completo deportivo en un área de 68 mil hectáreas.
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Los Commanders invertirán 2,700 millones, mientras que el gobierno de D.C. aportará 1,100 millones en infraesturctura yu desarrollo urbano.
El anuncio se realizó con un video en redes sociales narrado por Joe Theismann, exquarterback campeón del Super Bowl con Washington, quien emocionado declaró: “Traigamos a los Commanders a casa. El momento es ahora. Traigamos a Washington de vuelta a D.C.”
Un regreso cargado de nostalgia y futuro
El nuevo estadio, que ocupará 16 acres del terreno, está proyectado para inaugurarse en 2030, con el inicio de construcción previsto para 2025, sujeto a la aprobación del consejo local.
El equipo actualmente juega en el FedExField de Landover, Maryland, bajo un contrato que vence en 2027.
El propietario Josh Harris, junto a copropietarios como Mitch Rales y Mark Ein, todos fanáticos del equipo desde su época dorada en RFK, impulsaron el proyecto tras adquirir la franquicia en 2022.
Su gestión incluyó un intenso cabildeo en el Congreso, que finalmente aprobó la transferencia del terreno federal a la ciudad.
En un evento en el National Press Club, Harris, Bowser y el comisionado de la NFL, Roger Goodell, celebraron el acuerdo bajo el lema “Bienvenidos a casa”, mientras sonaba el clásico “Welcome to D.C.” de Mambo Sauce.
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Este regreso no solo marca un renacimiento deportivo para los Commanders, sino también un impulso económico para la capital, cerrando un ciclo que busca revivir la grandeza de una franquicia con tres títulos de Super Bowl en su historia.
