Se acaba de confirmar lo peor para Golden State. Klay Thompson, jugador estelar de los Warriors, se perderá su segunda temporada seguida, luego de confirmarse que sufrió un desgarre en el tendón de Aquiles en el entrenamiento de ayer. Terribles noticias para uno de los mejores tiradores de la historia de la NBA y para las aspiraciones de su equipo.
El 2020 ha sido fatal para la organización de la bahía. Primero nos retomamos a las Finales del 2019, cuando perdieron por lesiones justamente a Thompson (en los ligamentos) y Kevin Durant (justamente el tendón de Aquiles), y qué a la postre les costó caer ante Toronto en 6 juegos.
Klay se tuvo que perder todos los partidos, mientras Durant (perdiendo también todo el rol de juegos) se fue vía agencia libre a Brooklyn. Otros experimentado como Iguodala y Cousins (otro al que no lo sueltan las lesiones) se fueron a otros horizontes. Ya en la última campaña perdieron 50 encuentros y apenas ganaron 15, razón por la que ni siquiera fueron invitados a la “burbuja” que terminó con el calendario en Orlando.
Se esperaba que los de la “Splash Brothers” (como se les conoce a Thompson y Stephen Curry) volverían sanos para la próxima campaña y a la contienda por su cuarto campeonato en 6 años. Apenas ayer en el Draft de 2020, seleccionaron con el pick número 2 al centro James Wiseman de Memphis para rejuvenecer el plantel y a eso se le agregaba la vuelta del veterano defensivo Draymond Green y Andrew Wiggins (alero que llegó vía fecha límite de cambios de Minnesota).
Pero los planes se han visto alterados por tantas desgracias, siendo la del número 11 la gota que derramó el vaso ¿Recuperará su carrera? las posibilidades son nulas. Siendo realistas, dos años de inactividad y más de mil días de inactividad por múltiples intervenciones suenen a una eternidad y más en un deporte que requiere ritmo, velocidad y coordinación para destacar.
Esperemos que este no sea el fin de una carrera digna de Salón de la Fama con tres campeonatos (Clave en los de 2015 y 2017), 5 Juegos de Estrella, su valiosa defensiva perimetral y su letal tiro exterior. Lo que sí es acertado decir es que, literal, el tendón de Aquiles de los Warriors de Golden State ha sido justamente eso.