A lo largo del Apertura 2022, los Pumas han ganado sólo un partido, marchan en la decimoquinta posición y han encajado 12 goles en los últimos tres partidos. Sin embargo, su director técnico, Andrés Lillini, tiene trabajo asegurado —por lo menos– hasta que concluya este semestre, de acuerdo con el vicepresidente deportivo del club, Miguel Mejía Barón.
“Yo he estado muy inquieto y creo que el resultado en Barcelona fue un golpazo tremendo que ha tenido consecuencias y eso ha provocado una serie de rumores y dudas sobre lo que puede pasar con Andrés Lillini y su cuerpo técnico. Lo que puede pasar es que va a quedarse con el apoyo de todos nosotros”, declaró, en conferencia de prensa.
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Pumas “no se espanta” por la mala racha
El dirigente reconoció que, pese a la ilusión por rescatar el torneo y revertir la mala racha, los futbolistas universitarios no atraviesan un momento positivo en el aspecto anímico.
“El grupo está preocupado y consternado, el ambiente está terrible, pero son cosas que no nos espantan, lo único que nos puede sacar de este bache es la unión y la confianza en este equipo, que está diseñado por el entrenador y estamos convencidos de que debe continuar”, señaló.
Entre la afición auriazul, hay un sector que le ha recriminado la constante participación —y pobre rendimiento— de elementos de renombre; las críticas han llegado al punto de calificar a Lillini como ‘incapaz’ de lidiar con un grupo de futbolistas consolidados. Para esos seguidores, el ‘doctor’ tiene un mensaje.
“Con todo respeto a las opiniones, yo me atrevo a decirles que están categóricamente equivocados, Andrés es un tipo con buen trato y enérgico cuando debe serlo, es una de sus cualidades, el manejo de grupo”, apuntó.
Mejía Barón no se escudó en términos de corto impacto y admitió la magnitud que los resultados recientes han tenido en Ciudad Universitaria.
“A mí no me espanta la palabra crisis. Si hay que utilizarla, la utilizaremos, estar en crisis es parte de los retos de la vida; si creo que es un bache, es una crisis chiquita, hoy estamos en alarma, descontentos, pero la capacidad de los jugadores maduros y los jóvenes que buscan consolidación puede hacer la diferencia”, reflexionó.
El directivo limitó su compromiso a “trabajar” y aseguró tener una estrecha relación con Andrés Lillini. Este domingo, Santos Laguna será el sinodal para un equipo que aún no encuentra los marcadores que desea, pero sí, la estabilidad en la cúpula.
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