Todos quieren desestabilizar a Red Bull, y es entendible. Es el equipo dominador de la Fórmula 1 desde hace tres años, y si sus rivales directos pueden hacer algo para quitarle fuerza a la organización de la bebida energética, lo harán.
Sin embargo, dentro de Red Bull hacen oídos sordos respecto a lo que puedan decir los jefes de otros equipos, como Toto Wolff de Mercedes, o Zac Brown de McLaren. Pues es una realidad que hay conflictos internos importantes en Milton Keynes, pero eso no ha afectado en su rendimiento deportivo.
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Después de que Christian Horner, jefe de Red Bull, desestimara los comentarios de dirigentes ajenos a la escudería, Max Verstappen coincidió, acusando al mandatario de McLaren de querer sacar ventaja de los roces internos que ha habido a lo largo de esta temporada, en la organización de la bebida energética.
“Obviamente quiere armar lío. Para nosotros, como equipo, no podemos hacer nada con comentarios como ese”, señaló Verstappen. “Desde su punto de vista, lo entiendo por supuesto, porque todo el mundo está tratando de atraer a nuestra gente y eso es completamente normal en el mundo de la Fórmula 1 también”.
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Verstappen además aseguró que está concentrado en mantener su nivel para conseguir su cuarto campeonato consecutivo en la historia de la categoría, y no le interesa lo que otros puedan decir sobre lo que pasa dentro de Red Bull.
“Pero a mí tampoco me interesan mucho esas cosas. Veo los titulares, pero ni siquiera hago clic en ellos”.
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¿Verstappen analiza su salida de Red Bull?
Por último el piloto neerlandés, coequipero de Checo Pérez, confirmó que quiere quedarse en Red Bull, aunque acotó que el hecho de tener un contrato vigente no garantiza su permanencia, pues lo más importante es que se sienta feliz dentro de su lugar de trabajo.
“Por supuesto, se hacen muchos acuerdos, pero al final también se trata de que todo el mundo esté contento con su trabajo y se sienta apreciado dentro del equipo. También hay muchos aspectos humanos implicados”, finalizó.
