Lo que aprendimos de la remontada de Checo Pérez en Austria

Parecía avecinarse otro fin de semana de pesadilla para Checo Pérez después de quedar fuera de la Q3 por cuarta carrera consecutiva en la Fórmula 1. Sin embargo, sobre la pista fue tan autoritario como al inicio de la temporada y se elevó al podio. Un tercer lugar que sabe a gloria tomando en cuenta las circunstancias en las que se encontraba. Esto es lo que aprendimos de la remontada del mexicano en el Gran Premio de Austria.

Lo que Checo necesitaba después de tres carreras fallidas y una clasificación de Austria de la cual salió con total frustración, era confianza. Y lo primero para llegar a ella es la arrancada. El tapatío no tardó casi nada en remontar tres puestos en la parte inicial, punto de partida para tener seguridad de sus capacidades y las de su auto de cara al resto de la contienda.

Como en la sprint del sábado, Checo fue agresivo desde el inicio. Es verdad que ha tenido muchos errores desde Mónaco, pero no se le puede reclamar su agresividad sobre la pista en ninguna de estos últimos grandes premios.

La mayoría de los pilotos aprovecharon el safety car y el virtual safety car del primer tercio de la carrera para hacer cambio de neumáticos. Checo y Max no. Se quedaron en pista y esto permitió al mexicano a subir por momentos hasta el segundo lugar, y aunque todavía tendría que entrar a pits más adelante para cambiar a duros, había mucha carrera por delante.

Cuando Checo cambió gomas cayó hasta la décima posición, pero tenía neumáticos más nuevos que todos los pilotos que estaban al frente –menos Max–. Comenzó a marcar tiempos muy sólidos y así llegó hasta el tercer lugar para subir al podio.

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Pérez estuvo a una advertencia de sufrir una sanción de cinco segundos por exceder los límites de pista, como le pasó en la clasificación, pero pudo contenerse sobre el límite, contrario a los ocho pilotos que sí fueron sancionados con cinco, diez, o hasta treinta segundos por esta razón.

El duelo entre Checo Pérez y Carlos Sainz fue lo más espectacular que vimos este domingo. Ambos peleaban por el tercer puesto y el español supo defenderse muy bien ante los ataques de un Red Bull, que era claramente superior.

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Carlos Sainz presumía muy buena tracción y fue muy inteligente para tapar los embates con DRS del piloto de la bebida energética. Pero fue cuestión de tiempo. En la curva cuatro, a diez vueltas de la bandera de cuadros, Checo hizo un segundo intento por la parte exterior y selló así su trigésimo primer podio en la categoría.