El Real Madrid dio el golpe sobre la mesa que necesitaba después de dos derrotas consecutivas ante el Barcelona, para echarlo de la Copa del Rey con una goleada memorable en patio ajeno, Camp Nou, y con un Benzema pletórico que se apuntó un hat-trick. Esto es lo que aprendimos de la goleada del Madrid al Barça en la semifinal de vuelta de la Copa del Rey.
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A Benzema no le pesaron los fantasmas
Karim Benzema llevaba siete años sin anotar en Camp Nou y su cifra goleadora ante el Barcelona tampoco era muy alentadora en términos generales.
El Madrid necesitaba la mejor versión del francés para darle la vuelta a la eliminatoria y la encontró. Un Benzema tan fino como la temporada en la que ganó el Balón de Oro no perdonó a los culés en tres ocasiones, y dio la asistencia a Vinicius para el primer gol del partido. La referencia perfecta del líder que requieren los merengues a menos de una semana de los cuartos de final de la Champions.
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Los mismos pecados del Barcelona
Tener la pelota no es sinónimo de buen futbol. El Barcelona volvió a tener el control en ese sentido. No de una forma tan asfixiante como acostumbra, pero el dato es relevante dado que fue goleado 0-4.
El equipo de Xavi Hernández simplemente no pesó. Con o sin el cuero en los pies, los culés nunca fueron peligrosos más allá de un par de jugadas que detuvo el arquero blanco, Thibaut Courtois.
Los jugadores se mostraron desconcentrados, enfrascándose en disputas sin relevancia en el medio campo que les costaron varias de las siete amonestaciones que sufrieron. El club se tendrá que conformar con el torneo liguero, un premio de consolación.
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La contundencia del Madrid espanta
El equipo de Carlo Ancelotti fue preciso en muchos sentidos. El 85% de sus pases fueron acertados, pero lo que más debería preocupar a los rivales venideros es que de nueve remates que ejecutó en todo el partido, cuatro terminaron en las redes.
El Madrid al que nada le salió en los dos partidos pasados ante el Barcelona hoy ni siquiera amagó con aparecerse en Camp Nou. En cambio, estuvo ese equipo que responde en los momentos indicados y que cuando está contra las cuerdas sabe darle la vuelta al problema de manera decisiva.
A pesar de que los de Xavi Hernández presumían la tenencia de la pelota, el Madrid amenazó al minuto 11 con un remate de Vinicius que se fue apenas desviado. Después de varios centros y aproximaciones, una vez que los merengues pudieron anotar, no hubo rival que los detuviera.
Quizá al Barça le afectaron algunas decisiones arbitrales, pero el 0-4 habla por sí solo. El Real Madrid hizo suyo el Camp Nou.
