La trifurcada suscitada la tarde el sábado entre Gallos Blancos y Atlas en el Estadio Corregidora ha dejado saldo rojo en Querétaro. Los problemas de la barra de Querétaro han sido una constante en la historia reciente del fútbol mexicano .
Lejos de recibir sanciones y castigos, se les ha solapado con boletos, transportación para viajar a los partidos de visitantes y apoyos gubernamentales.
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El partido entre Gallos Blancos y Atlas tenía todo para ser de alto riesgo
Hace 6 años, Querétaro se disputaba el descenso frente al Atlas en un partido de temporada regular. El partido, terminó empatado 0-0, pero el resultado le daba un valioso punto a Atlas que se colocaban por encima de los Gallos en la tabla porcentual, lo que provocó que los seguidores de los Gallos, agredieran a la “Barra” 51 del Atlas con botellas, latas y piedras. Al final, la policía de Jalisco intervino causando destrozos e incendios afuera del inmueble tapatío.
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Los conjuntos salieron a la cancha con una playera para combatir la violencia en los estadios, sin embargo, los aficionados queretanos volvieron a provocar al finalizar el partido, ahora, durante la avenida Bernardo Quintana, en donde un video muestra a cinco pseudoaficionados del Querétaro golpeando y dejando en mal estado a un seguidor de los Pumas.
No generalizamos, pero hay un denominador en común con esas barras.. En la Jornada 14 del Apertura 2019, los Gallos derrotaban 2-0 al Atlético de San Luis en el Alfonso Lastras, cuando el árbitro tuvo que suspender el partido tras los enfrentamientos que se dieron en las tribunas, con palos, piedras, y botellas, provocando que la afición tuviera que resguardarse en el campo.
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La desgracia suscitada este sábado 5 marzo entre Querétaro y Atlas debe encender las alarmas para que la Liga MX haga una seria revisión de los protocolos de seguridad y seguimiento a aquellos aficionados tienen antecedentes de violencia.