Cruz Azul no cede la cima del torneo. La Máquina venció al Mazatlán 1-0 con un equipo titular alterno, en un partido en el que dominó completamente la posesión de la pelota, y fue contundente en una de las pocas acciones de serio peligro que tuvo, ante unos Cañoneros que sufrieron una expulsión desde la primera parte del compromiso, lo que afcetó en la estrategia del técnico Tomás Boy.
El técnico Juan Reynoso optó por dar descanso a varios de sus elementos de inicio, empezando por Jesús Corona , quien fue sustituido por Sebastián Jurado. El joven guardameta cumplió con creces, exponiendo mucha seguridad bajo los tres palos y salvando al equipo en los pocos momentos en los que fue exigido, como en un disparo en la primera mitad en el que reaccionó con reflejos de felinos para evitar la caída de su marco.
¡Hizo la diferencia! 🔝 #JugadorDelPartido
— Liga BBVA MX (@LigaBBVAMX) March 4, 2021
Roberto Alvarado entró al campo para cambiar la historia. Se encargó de marcar el gol del triunfo para @CruzAzulCD ante Mazatlán en el Estadio Azteca.#Guard1anes2021 ⚽ #LigaBBVAMX 🚂 pic.twitter.com/JsQaMiwx7S
Cruz Azul tuvo la pelota desde el inicio, pero fue cauteloso en búsqueda del gol. Al 23' los cementeros acentuaron su etiqueta de favoritos, gracias a la expulsión de Gael Sandoval, quien fue echado por Enrique Santander tras revisar en el VAR una jugada en la que propinó un fuerte planchazo a Walter Montoya.
Pero el dominio celeste por la superioridad numérica tardó en reflejarse. Fue conforme se fue cansando el Mazatlán que los capitalinos tuvieron cada vez más el esférico e inclinaron la cancha.
Así, con poca idea pero mucho empuje, Cruz Azul abrió el marcador al minuto 66', con una gran jugada del ‘Cabecita’ Rodríguez, que entró de cambio. El goleador de La Máquina, que este torneo ha fungido más como creador, cedió para Roberto Alvarado, quien se metió al área a velocidad y fusiló al guardameta Vikonis, que nada pudo a hacer. El ‘Piojo’ anotó su segundo gol en los último tres partidos.
Con el gol Cruz Azul se acomodó en el campo, sin mucha exigencia en su contra y el Mazatlán, cansado por jugar con uno menos desde el arranque del partido, solo pudo esperar alguna jugada a balón parado, que nunca llegó.