Un jet de American Airlines chocó con un helicóptero militar sobre el río Potomac, dejando 64 víctimas, entre ellas jóvenes patinadores, sus familias y entrenadores del prestigioso Club de Patinaje de Boston. La tragedia revive el recuerdo de accidentes aéreos que han marcado la historia del deporte global.
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El accidente ocurrió cuando el avión, que transportaba a miembros del club tras su participación en el Campeonato de Patinaje Artístico en Wichita, Kansas, colisionó durante su aproximación a Washington D.C.
Entre los fallecidos destacan los adolescentes Jinna Han y Spencer Lane, sus madres, y los ex campeones mundiales rusos Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, pilares del equipo.
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Doug Zeghibe, director del club, calificó el hecho como “un golpe devastador para una familia unida por el hielo”.
El legado del club de Boston
Fundado en 1912, el Club de Patinaje de Boston ha forjado leyendas como Nancy Kerrigan y Dick Button. Shishkova y Naumov, campeones mundiales en 1994, entrenaban a jóvenes promesas, incluido su hijo Maxim, quien no viajaba en el vuelo.
Estos niños dedicaban horas diarias aquí. Su pérdida deja un vacío irreparable
, afirmó Zeghibe.
El accidente evoca otro siniestro en 1961, cuando 18 miembros del equipo estadounidense de patinaje murieron rumbo a los mundiales en Praga.
La historia se repite: perder a entrenadores y talentos es perder el futuro del deporte
, añadió el directivo.
Tragedias en el aire, afectan al deporte
La colisión en el Potomac se suma a una lista negra de accidentes aéreos que han conmocionado al deporte:
1958: El Desastre de Munich. El Manchester United perdió a 8 jugadores en un accidente durante una escala en Alemania. Bobby Charlton sobrevivió y luego ganó el Mundial con Inglaterra.
1972: Milagro en los Andes. Un equipo uruguayo de rugby sobrevivió 72 días en la cordillera tras estrellarse, recurriendo a medidas extremas para vivir.
2016: La Tragedia de Chapecoense. El avión del club brasileño se estrelló en Colombia; 71 murieron, incluyendo 19 jugadores. Fueron declarados campeones póstumos de la Copa Sudamericana.
1993: Zambia en Luto. La selección nacional de futbol pereció rumbo a un partido clasificatorio al Mundial.
2011: Lokomotiv Yaroslavl. Un equipo completo de hockey ruso murió por un error en el despegue. Solo un ingeniero sobrevivió.
Desde los Andes hasta el Potomac, estas tragedias exponen la vulnerabilidad de atletas que viajan en busca de gloria. Aunque el deporte enseña a levantarse, algunas cicatrices nunca sanan tras los accidentes aéreos.
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Hoy, el patinaje artístico llora, pero como dijo Zeghibe: “El hielo sigue aquí. Volveremos a patinar, porque es lo que ellos hubieran querido”.
