Todo parece indicar que el futuro inmediato de los Cardinals no se ve tan escalofriante como algunos pensarían. Si bien es cierto que el récord esta temporada fue un verdadero fracaso, tal vez habría algunos indicios paras pensar que la próxima temporada tenga mejores sensaciones para el equipo de Kliff Kingsbury.
Cuatro victorias en el año, en contra de equipos con récord perdedor, fue lo máximo a lo que logró llegar un equipo que estaba construido para pelear en la postemporada. Parte importante de la debacle de Arizona, fue la inconsistencia de su quarterback Kyler Murray, quien sufrió de una serie de lesiones complicadas a lo largo de la temporada, lesiones que terminaron por sepultar prematuramente su temporada, dándole espacio a un par de quarterbacks suplentes que no lograron entender como funciona esa ofensiva.
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Kyler Murrya fue operado con éxito
Este martes, Murray fue operado con éxito, tras habérsele diagnosticado un desgarro en el ligamento cruzado anterior, el 13 de diciembre, durante el encuentro de la semana 14 ante New England Patriots; sin embargo, los pronósticos indican que no podría estar disponible para el arranque de la próxima temporada, asunto por el que el inicio de la temporada 2023 será otro reto importante para Cardinals.
Aún así, ya sea que Murray logre regresar a mediados de temporada, tendrá que mejorar bastante su rendimiento, ya que este año promedió la cifra más baja de su carrera, al sumar 215.3 yardas por pase por partido.
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La responsabilidad de Murray con el equipo es bastante grande, ya que la inversión de $230.5 millones de dólares por 5 años, debería de sacarle por lo menos un trofeo de campeón a la franquicia, por ello es que el tiempo corre para la joven estrella de 25 años de edad, y el proyecto de Kliff Kingsbury junto con él.
