Este viernes 23 de julio, quedaron inaugurados los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, los cuales, además de ser altamente esperados quedarán en la historia como los más costosos en cuanto a su organización, ejecución y construcción.
Fue el pasado 7 de septiembre del 2013, cuando el Comité Olímpico Internacional, presidido en ese entonces por Jacques Rogge dio a conocer que Tokyo había dejado en el camino a Estambul y a Madrid.
Tsunekazu Takeda, presidente de la candidatura de los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, coemntó que la ciudad nipona se proponía organizar y celebrar uno “Juegos muy compactos” y subrayó que “hay disponibles 4 mil 500 millones de dólares en un fondo” que estaba aprobado y asignado para construir recintos y sedes deportivas.
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El costo de Tokyo 2020
Los 4 mil 500 millones, solo fueron parte de la concepción de sedes. La cifra que de acuerdo a EFE, se necesitaron para tener los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, fue de 15 mil 400 millones de dólares, convirtiéndolos en la justa olímpica más costosa en la historia.
El costo pudo haber crecido más allá de esa cifra por motivo de la pandemia, por lo que los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 son un desafío que Japón y el mundo afrontan de forma decorosa y plausible.
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El costo de los Juegos Olímpicos de Río 2016
Los pasados Juegos Olímpicos de Río 2016, también tuvieron un altísimo costo, conociéndose que fueron 13 millones de dólares los que se gastaron, sin embargo, la celebración de este evento deportivo en el verano del 2016, orilló a la economía de Brasil a momentos críticos.
Japón promete una historia distinta en Juegos Olímpicos
Debido a las restricciones para evitar que el covid se propague, la celebración de los eventos no contará con público en las gradas, por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos. La decisión fue complicada de tomar y tomó muchos días y la opinión de diversos dirigentes, hasta que finalmente anunciaron que no solo la inauguración estaría sin público, pues las competencias del mismo modo serían en solitario.
Junto con las drásticas decisiones, el gobierno japonés y el comité organizador perfila unos Juegos Olímpicos en el que el recurso económico que deja el aficionado estará ausente, pero tendrían un evento sustentable y que no dejaría rezagos económicos.