Tokyo, Japón. La atleta bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya, que se refugió en la embajada de Polonia luego de que miembros de su país querían regresarla su territorio, llegó al aeropuerto de Tokyo el miércoles por la mañana.
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Su negativa a abordar un vuelo a Bielorrusia, después de decir que fue llevada por su equipo al aeropuerto en contra de sus deseos, generó uno de los grandes dramas diplomáticos en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Se había refugiado en la embajada polaca el lunes.
Tsimanouskaya, con mascarilla y vestida con jeans, una blusa azul y lentes de sol, llegó eescoltada por la policía al aeropuerto de Narita, ubicado al este de la capital nipona, a las 8:27 am evitando hablar con los reporteros que esperaban en gran cantidad.
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Se esperaba que la atleta viajara a Polonia, habían asegurado sus partidarios. Varsovia le ofreció una visa humanitaria, pero la deportista bielorrusa tomó un avión rumbo a Viena, Austria.
El Comité Olímpico Internacional (COI) expresó el martes que había lanzado una investigación formal sobre el caso de Tsimanouskaya y esperaba un informe de la delegación de Bielorrusia.
Krystsina Tsimanouskaya, de 24 años, debía competir en las eliminatorias femeninas de 200 metros el lunes, pero dijo que el entrenador jefe del equipo bielorruso se presentó en su habitación el domingo en la Villa Olímpica y le dijo que tenía que irse después de haber criticado a los dirigentes.
“No regresaré a Bielorrusia”, dijo la atleta a la prensa.
La policía ande Bielorrusia reprime así población
El incidente ha centrado la atención en Bielorrusia, donde la policía ha reprimido a la población luego de la ola de protestas desencadenadas por las elecciones del año pasado que, según la oposición, fueron manipuladas para mantener a Aleksandr Lukashenko en el poder.
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Las autoridades bielorrusas han dicho que los manifestantes antigubernamentales son revolucionarios criminales respaldados por Occidente, y describieron las acciones de sus propios organismos encargados de hacer cumplir la ley como apropiadas y necesarias.
Vitaly Shishov, un activista bielorruso que vive en el exilio en Ucrania, fue encontrado ahorcado en un parque cerca de su casa en Kiev el martes más temprano, y la policía ucraniana inició una investigación por asesinato. Dirigía una organización que ayuda a los bielorrusos que huyen de la persecución.