En lo que fue un espectacular regreso a casa, Jaime Munguía (39-0-0, 31 ko’s) acabó en el tercer round con D’Mitrius Ballard (21-1-1, 13 ko’s), en la contienda estelar que presentaron Zanfer y Golden Boy en la Plaza Monumental de Tijuana, que registró una asistencia superior a loss 12,000 aficionados que le dieron la bienvenida a casa, tras cuatro años de ausencia.
Los dos primeros rounds fueron a ritmo irregular, con un Munguía que medía los movimientos de Ballard, que se acomodaba en la distancia y que mandaba “avisos” de sus golpes a la larga distancia.
Ballard quería imponer su jab y mantener la pelea en el ritmo semilento, buscando llevarse a Munguía a la segunda parte de la pelea, para luego imprimir su velocidad. Sin embargo, Munguía salió decidido en el tercer round a imponer su poderío, y empezó a soltar golpes de poder con más frecuencia y efectividad. Un volado de izquierda se estrelló en el mentón de Ballard, quien retrocedió y tambaleó.
Al percatarse de que Ballard estaba “tocado”, Munguía fue por él y lo puso contra las cuerdas, para conectarle poderosa combinación con ambas manos, arriba y abajo, que mandó a la lona a Ballard visiblemente lastimado, con el rostro contra el piso.
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Munguía se mostraba superior
Ballard se recuperó, con una rodilla en la lona para que el réferi llegara hasta ocho en su conteo, y se levantó, pero Munguía se fue de inmediato sobre el estadounidense, quien no mostró movilidad ni defensa, recibió dos golpes de poder más, y el réferi se interpuso para decretar el nocaut técnico a favor de Munguía, a los 1:47 minutos de ese tercer asalto.
Munguía tomó el micrófono arriba del ring, y agradeció a su público, y a las promotoras Zanfer y Golden Boy.
“Gracias a todos ustedes por su apoyo, por estar aquí. Aquí nací, aquí me vieron crecer y empezar mi carrera. Me siento muy emocionado y muy agradecido con ustedes. Viva Tijuana”, exclamó, y el júbilo de su público estalló.