El legendario jugador brasileño Romario, Campeón del mundo en Estados Unidos 1994, ha vuelto a las canchas a sus 58 años con el equipo América de Río de Janeiro, asegura que en el futbol de hoy marcaría “más de 2,000 goles” porque los jugadores actualmente son “muy burros” y corren demasiado.
“Creo que dentro del campo mi éxito sería mayor porque hoy los tipos son muy burros. Corren demasiado. En mi época el futbol también era físico, siempre fue así, pero los jugadores eran mucho más técnicos y mucho más inteligentes”, valoró. Seguro que hoy haría más de 2,000 goles”, declaró en entrevista para la agencia EFE.
“Siempre fui muy directo y tuve un momento en que fui el mejor del mundo y el mejor en los lugares por los que pasé. Siempre fui el responsable por la victoria y el responsable por la derrota”, adjuntó el brasileño.
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El sábado pasado volvió a las canchas en el partido del América, club que preside, contra Petrópolis, en el arranque de la segunda división del Campeonato Carioca.
Romario ha decidido regresar al futbol profesional para cumplir el sueño de compartir vestuario con su hijo. Frente al Petrópolis se sentó todo el rato en el banquillo, aunque está convencido de que si hoy estuviera en su etapa de máximo esplendor tendría aún más éxito.
Jugar en el Barcelona me ayudó mucho: Romario
Romario habló sobre su época con el equipo de Barcelona donde reconoce que le ayudó mucho en su desarrollo como jugador.
Reconoce que jugar junto con jugadores de la talla de Michael Laudrup, Pep Guardiola, Hristo Stoichkov, Andoni Zubizarreta, Miguel Ángel Nadal y Guillermo Amor, le ayudó porque le dio “mucha confianza y experiencia”.
“Eran jugadores fantásticos” y en el banquillo estaba “el mayor entrenador de todos los tiempos en mi opinión, que se llamaba (Johan) Cruyff”, relata.
Aunque siempre tuvo roces con sus entrenadores. Famosos fueron sus encontronazos con Luis Aragonés, con el propio Cruyff, así como con Carlos Alberto Parreira y Mário Zagallo en la selección.
Romario nunca ha escondido que no le gustaba entrenar. “Me gustaba la juerga muchísimo. Hoy me gusta un poco menos porque también tengo menos tiempo”, bromea.
Para defenderse saca a relucir que jugó a un “alto nivel” hasta los 41 años y “eso, sin un entrenamiento mínimo, no es posible”.
Las redes sociales me arruinarían en la actualidad: Romario
Aunque al mismo tiempo reconoce que hoy no podría llevar ese frenético tren de vida.
“Hoy no tendría condiciones de vivir de esa forma como jugador de futbol porque esa globalización, Internet, con Instagram, Facebook, Twitter... Esas mierdas me arruinarían con seguridad”, expresa.
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También sería difícil decidir cuándo y cómo entrenar. Romario narra que le gustaba hacer ejercicios apenas de finalización y arranque, y que pactaba con los presidentes de los clubes tener libertad para, de repente, no acudir a los entrenamientos durante dos días sin dar explicaciones.
“Cuando volví a Brasil, hablé con el presidente del Flamengo, con el del Vasco, con el del Fluminense, y cerrábamos un acuerdo. Luego me preguntaba el entrenador y le decía: habla con el presidente. Esa época fue un éxito absoluto”, finalizó.
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