Han pasado casi dos meses desde la salida de Checo Pérez de Red Bull , pero Christian Horner sigue sin olvidarlo. En su más reciente entrevista, el jefe del equipo austriaco volvió a cargar contra el tapatío, responsabilizándolo del bajón de rendimiento de la escudería en 2024 y sugiriendo que su desempeño no justificaba su permanencia en la estructura de Milton Keynes.
¿Casualidad? Difícil de creer. Mientras Horner insiste en que Red Bull hizo todo lo posible por ayudar a Pérez, las palabras de Adrian Newey , el genio detrás de los monoplazas de la escudería, revelan otra realidad: el RB20 era un auto impredecible y difícil de manejar, incluso para Max Verstappen. Pero, claro, el único señalado sigue siendo Checo.
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La historia de Checo Pérez y Red Bull llega a su fin
Las últimas declaraciones de Christian Horner sobre Checo Pérez
“Realmente queríamos ayudarle a darle la vuelta a su año. Terminó segundo en el campeonato del mundo en 2023, ganó cinco carreras y fue clave en los campeonatos de constructores. Había una lealtad para tratar de apoyarlo”, dijo Horner en entrevista con PlanetF1.
Pero esa “lealtad” duró poco. Con el equipo perdiendo el desarrollo del RB20 y Pérez teniendo dificultades para adaptarse a un monoplaza errático, el contrato renovado para 2025 y 2026 quedó en el olvido. Horner nuevamente dejó claro que el desempeño del mexicano fue insuficiente para sus expectativas.
“Tercero en el Campeonato de Constructores y, cuando miras el déficit del segundo coche, obviamente ha sido demasiado amplio”, aseguró el directivo, sin una sola mención al auto que incluso Newey calificó como complicado.
Christian Horner insiste en que Checo Pérez no estuvo a la altura del equipo, sin reconocer las fallas internas y del RB20.🚨
— Gabo Martínez (@gabomrubio) February 5, 2025
"Realmente queríamos intentar ayudarle a dar la vuelta a su año. Había lealtad para tratar de ayudar realmente a Checo. Por desgracia no se materializó”. pic.twitter.com/3AlboUL2Yj
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El legendario diseñador reconoció en Auto Motor und Sport que el RB20 se volvió más difícil de conducir con el paso del tiempo, aunque Verstappen supo lidiar con ello. “No era que se adaptara a Max, pero él podía manejarlo. Checo no podía”, explicó.
El discurso de Red Bull sigue siendo el mismo: Checo no dio el ancho. Sin embargo, cada vez hay más pruebas de que el problema fue mucho más grande que un solo piloto. Pero mientras sigan buscando un culpable fácil, el mexicano seguirá en la mira. ¿Cuánto más seguirán hablando de él en Milton Keynes?
