El Real Madrid duerme en Pamplona por tercera noche consecutiva, tras su partido en contra del Osasuna que terminó con un empate sin goles en el Estadio El Sadar.
Los merengues ya no regresarán a casa y planean viajar este mismo lunes a Málaga, un día antes de lo previsto, antes de enfrentar el próximo jueves al Athletic de Bilbao en la semifinal de la Supercopa de España.
Lo anterior a pesar de que en la capital española ya no está nevando, pero el aeropuerto de Barajas aún no puede reanudar sus operaciones y las calles están totalmente inoperantes después de que la Tormenta Filomena ocasionara las nevadas más intensas en los últimos 50 años en el país ibérico.
El Real Madrid, muy molesto con La Liga
Ante la indignación por parte de varios elementos del Real Madrid, incluyendo al entrenador Zinedine Zidane, quienes arremetieron en contra de la Liga Española por hacerlos tomar un vuelo ante estas condiciones climáticas, autoridades españolas justificaron la decisión: “El aeropuerto estaba operativo, pero ofrecía muchas dificultades para establecer vuelos. El avión salió en ese momento de transición entre la suspensión definitiva de vuelos. Fue decisión del piloto, que entendió que se daban las condiciones de seguridad para proceder al despegue”.
Además, Zidane declaró después del partido que el compromiso “nunca debió haberse jugado”. Sin embargo, el club blanco nunca pidió oficialmente la suspensión del duelo, pero sí que se adelantara a las 16:15 horas del sábado en lugar de las 21:00 horas.
La Liga rechazó tal petición debido a los contratos televisivos, lo cual hizo enojar aún más a los jugadores merengues y a su estratega.
El único elemento que no puso excusas por el resultado de 0-0 fue el mediocampista alemán Toni Kroos
, quien dijo que sin importar las condiciones del terreno de juego, los merengues estaban obligados a meterse en la bolsa los tres puntos.