El Parque de los Príncipes fue un purgatorio para el Paris Saint Germain, que sudó sangre durante todo el segundo tiempo. El Bayern expuso suficiente futbol para darle la vuelta a la serie, pero terminó ganando por la mínima diferencia, que dio la contraseña al PSG por goles de visitante, siendo el club galo tan peligroso como los alemanes, pero acudiendo al juego de contraataque.
Al arranque, el PSG asfixiaba aún sin la pelota, la sensación de peligro era mucho mayor en el arco de Neuer. El planteamiento de Hans-Dieter Flick, con uno de sus laterales siempre desprendiéndose al ataque, daba mucha libertad a la ofensiva parisina.
El Bayern ostentaba el dominio territorial, y había inquietado a Keylor Navas en un par de ocasiones. Pero nada que en apariencia pudiera amenazar el boleto a semifinales de los locales, por lo menos durante la primera media hora de juego.
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Con dos latigazos de velocidad y técnica individual, pasados esos 30 minutos, el Paris estuvo muy cerca de aumentar su ventaja en el global. Neymar hizo un recorte genial de taco y disparó de parte interna al ángulo cruzado, pero su pelota cimbró el travesaño, muy cerca de la orquilla. Un par de minutos después, nuevamente en un contragolpe, el brasileño quedó frente al marco de Neuer, y reventó el palo.
Dicen que en el futbol “un gol fallado es un gol en contra”. Dos jugadas que estuvieron a centímetros de mecer las redes de los teutones, pasaron factura, y momentos después llegó el importe. Alaba disparó dentro del área, Navas no pudo rechazar de forma correcta y el esférico le quedó de cabeza a Choupo-Moting, quien no desaprovecho para marcar el 0-1.
El sufrimiento del PSG se acentuó en la segunda mitad
La parte complementaria no fue menos divertida. Los alemanes asediaron con mesura, pensando la construcción de sus jugadas, y el PSG atacó a contragolpe. Dos estilos opuestos, misma dosis de peligro.
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Al 80' parecía acabarse toda oportunidad, Mbappé se embaló rumbo a la portería rival y envió un misil, imposible para Neuer. Pero al árbitro paró el festejo y marcó un fuera de juego que daba mucha vida el club rojo.
Cada acercamiento del Bayern generaba tensión en la recta final del ecnuentro, al igual que cada azote de velocidad de club local. El gol pudo caer para cualquier bando, pero se negó y dio al PSG la venganza de la última final de la Champions League, consiguiendo su boleto a las semifinales, en donde enfrentará al ganador de la serie entre el City y el Borussia.
