Un gol de Ansu Fati, a veinte minutos para el final, dio la victoria al Barcelona ante el Dinamo de Kiev (0-1), en el Estadio Olímpico de la capital ucraniana, y le mantiene con vida en la Liga de Campeones, donde tendrá que certificar ahora su clasificación para octavos de final ganando al Benfica en el Camp Nou.
Arrancó el Barça eléctrico, pero su fútbol espumoso apenas duró diez minutos. En el primer ataque visitante, Zabarnyi rechazó un disparo a Memphis, cuando el punta neerlandés se disponía a fusilar a Bushchan.
Sergi había recuperado para su once a Ansuf Fati y Frenkie de Jong, restablecidos ya de sus respectivas lesiones, y el equipo parecía tener otro aire de inicio, con sus líneas adelantas, la presión alta y una marcha más en el intercambio de posiciones y la circulación del balón.
El guión del partido no varió tras la reanudación, con el Barça intentando adueñarse del balón e imponer su juego posicional y el Dinamo buscando sorprender a su rival en el repliegue para sembrar el caos en cada transición.
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El VAR se aparecía
El VAR revisaba -y anulaba- un penalti que el árbitro había señalado sobre Ansu Fati, y Sergi sentaba a Gavi para dar a entrada a Dembélé, que volvía jugar un partido oficial cinco meses después de sufrir su enésima lesión muscular.
Pero el equipo de Lucescu no se rendiría, ni mucho menos, en esta recta final. Sydorchuk y Tsygankov, el mejor jugador del Dinamo, ponían a prueba a Ter Stegen, poco después, y Zabarnyi, a un minuto del final, remataba desviado un córner que habría sido el 1-1.
La verticalidad de Dembélé, muy activo en los minutos que estuvo en el césped, apareció en el descuento para servir un balón a Balde en una contra, pero el lateral azulgrana cruzó demasiado su disparo, aunque el Barça, a la postre, ganaría el partido. El primero en el que logra el triunfo como visitante esta temporada.
EFE