Barcelona, España. El equipo del Barcelona y sus aficionados vivieron una nueva humillación ante Bayern Munich al caer 0-3 en la cancha del Camp Nou en partido perteneciente a la fase de grupos de la Champions League.
El resultado fue lo de menos para los hinchas culés. En sus ojos no tiemblan el enésimo gol de rebote de Thomas Müller ni el instinto asesino de Robert Lewandovski, sino la impotencia de unos jugadores veteranos que ya acumulan demasiadas noches de mal futbol y la incapacidad de un entrenador para ser valiente desde el inicio.
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Como ejemplo de ello, Koeman prefirió poner de titular a un Jordi Alba que arrastraba molestias musculares y que había tenido fiebre y diarrea la noche anterior, antes que a un Alejandro Balde fresco y motivado.
“Esto es lo que hay”, declararon después del partido Gerard Piqué y Ronald Koeman. “La resignación es un suicidio cotidiano”, escribió Honoré de Balzac.
Ahora mismo los aficionados del conjunto azulgrana ya pone en duda hasta la clasificación para octavos de final en un grupo en el que también están Benfica y Dinamo de Kiev, además de considerar a su equipo de un segundo nivel en la escala europea.
Barcelona sin ningún disparo a portería ante Bayern Munich
La realidad es que ante el Bayern Munich el Barcelona no consiguió realizar ningún disparo a puerta y sus dos mejores ocasiones de gol fueron un remate de cabeza de Ronald Araujo y un intento de ataque de Philippe Coutinho. Nada se supo de Luuk de Jong, quien pese a debutar como culé no se escapó de recibir silbidos.
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El actual presidente del Barcelona Joan Laporta lo mira desde el despacho, consciente de que será una ilusión compatibilizar la grave crisis económica del equipo con su máxima de que en la escuadra culé no existen temporadas de transición.
Ahora nadie sabe cuánto tardará en levantarse de ésta el Barcelona. Y sus aficionados se lo miran con resignación. Todo el mundo ya sabe que “esto es lo que hay”.
Con información de EFE
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