El pasado sábado 1º de octubre, el estadio de Kanjuruhan, en Malang, Indonesia, fue el escenario de una de las más grandes tragedias en la historia del futbol. Varios aficionados invadieron el campo y se dieron enfrentamientos con la policía, que utilizó gases lacrimógenos, por lo que se generó una estampida que dejó 174 muertes confirmadas hasta el momento.
Ante esto, la FIFA, mediante su presidente Gianni Infantino, lamentó el fallecimiento de los aficionados durante el encuentro entre el Arema FC y Persebaya.
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“El mundo del futbol está conmocionado tras los trágicos incidentes en Indonesia”, indicó el dirigente al calificar esta tragedia como “un día negro para todos los que aman el futbol”.
El dirigente suizo envió sus “profundas condolencias a las familias y amigos de las víctimas que perdieron la vida”.
“Junto con la FIFA y la comunidad del futbol, enviamos todos nuestros pensamientos y oraciones a las víctimas y a los heridos, así como al pueblo de la República de Indonesia, la Confederación Asiática (AFC), y la federación y la liga de de Indonesia en estas horas difíciles”.
Este trágico suceso ocurrido en la ciudad de Malang dejó decenas de heridos y se convirtió en una de las peores tragedias registradas en un estadio a nivel mundial.
¿Qué pasó en Indonesia?
Durante el encuentro entre el Arema FC y el Persebaya de la Liga de futbol de Indonesia, aficionados del conjunto local ingresaron a la cancha del estadio Kanjuruhan luego de la derrota por 3-2, la primera ante su gran rival en más de dos décadas.
La policía trató de regresar a los aficionados a las gradas, pero lanzaron gas lacrimógeno después de que murieran dos agentes. Muchas de las víctimas perdieron la vida pisoteadas o asfixiadas, de acuerdo a los informes de las autoridades.
