La Selección de Estados Unidos se afianzó en la parte alta del Octagonal de la Concacaf y cumplió con el trámite que suponía recibir al combinado más endeble de la competencia: Honduras, mismo al que superó con un contundente 3-0.
Durante 90 minutos, el conjunto de las Barras y las Estrellas fue nítidamente superior a la escuadra dirigida por Hernán Darío Gómez, cuyas aspiraciones mundialistas ya han sido sepultadas, con una cuenta que se mantiene en tres unidades obtenidas de 33 posibles.
No tuvo que pasar mucho tiempo para que el empate a cero se difuminara en la pizarra. Al 7', una jugada por el costado derecho derivó en un centro que el mediocampista de la Juventus, Weston McKennie, remató con la cabeza y envió al fondo de la red.
La ligera iniciativa con la que saltó a la cancha el cuadro catracho desapareció con el tanto en contra y, media hora más tarde, el marcador creció en favor de los locales, por la vía del balón parado. Un tiro libre, ahora proveniente de la banda izquierda, fue erróneamente despejado por la zaga centroamericana, el balón botó en el área chica y Walker Zimmerman lo encontró para empujarlo y marcar el 2-0.
Estados Unidos fue superior en la cancha
Con ese marcador parcial, llegó el descanso y la certeza de los dirigidos por Gregg Berhalter. Para la segunda mitad, los norteamericanos parecían haber limitado su ambición; sin embargo, se trataba de una ilusión; al minuto 67', apareció el dorsal ’10' para decretar el resultado.
Tras un tiro de esquina en el que -una vez más- falló la zaga hondureña, Christian Pulisic encontró el esférico y soltó un derechazo que dejó sin opciones al guardameta Luis López.
Los estadounidenses fueron en busca del cuarto y, a minutos del final, lo encontraron, pero el árbitro marcó fuera de lugar e invalidó la anotación.
Estados Unidos sigue segundo de la tabla por diferencia de goles (+9), a falta de lo que haga la Selección Azteca (+5) en su juego contra Panamá.
