Cuando todo debería ser calma en la Fórmula 1 después de la finalización de la temporada, ha estallado una tormenta imprevista. La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) emitió el martes un comunicado informando que había abierto una investigación en contra del jefe de Mercedes, Toto Wolff, y su esposa Susie, directora de F1 Academy, por un posible conflicto de intereses.
La FIA indica que ha recibido quejas, presumiblemente de algunos equipos de la Fórmula 1, suscitadas a raíz de un comentario de Toto Wolff, en donde dejó entrever que había información confidencial de los equipos que se filtraba la alta dirigencia de la Fórmula 1 y viceversa, debido al vínculo con su esposa. El organismo no mencionó nombres, pero dejó entrever que los involucrados eran los Wolff.
Sin embargo, después de un contundente comunicado de Susie Wolff en donde tacha de “misógino” el fondo de la investigación, los nueve equipos restantes de la Fórmula 1 no se han quedado callados y han lanzado un comunicado al unísono en el cual advierten que en ningún momento han presentado alguna queja a la FIA.
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Todos los comunicados son prácticamente idénticos, y en los cuales, como señal de respaldo a Toto y Susie Wolff, subrayan que “podemos confirmar que no hemos presentado ninguna queja a la FIA en relación con la acusación de información de carácter confidencial transmitida entre un director de equipo de F1 y un miembro del personal de la FOM.”
Poco antes, en una entrevista para una cadena británica, el jefe de Red Bull Christian Horner, aseguró que su estructura no había emitido ningún tipo de queja a la FIA, asegurando que la fuerte rivalidad que tiene con Mercedes es únicamente dentro de la pista.
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