Si alguien pensaba que ser tricampeón del mundo en Fórmula 1 no tenía beneficios fuera de la pista, Max Verstappen acaba de demostrar lo contrario. El piloto neerlandés ha decidido llevar su exclusividad a otro nivel al adquirir un jet privado de 36 millones de euros, triplicando la inversión de su anterior aeronave.
El holandés, conocido por su obsesión con la velocidad, no solo quiere dominar los circuitos, sino también los cielos. Desde hace años, Verstappen es el único piloto de la parrilla que se traslada exclusivamente en su avión privado para cada Gran Premio, incluso en los viajes más largos como Australia, Japón o Brasil. Mientras otros pilotos optan por vuelos comerciales o incluso jets compartidos, Max prefiere la total independencia, evitando aeropuertos, largas esperas y cualquier tipo de molestia.
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Max Verstappen ha adquirido un Falcon 8X valuado en 36 millones de euros, con autonomía de 12,000 km y 18 pasajeros.
— Gabo Martínez (@gabomrubio) February 8, 2025
🔹 Podrá viajar sin escalas a las carreras más lejanas del calendario.
🔹 Es el único piloto que usa un jet privado en todas las carreras.#F1 #Verstappen pic.twitter.com/CpbeWFcUIo
Un jet que rompe récords en la F1
Hasta 2023, Verstappen viajaba en un Falcon 900EX, un modelo con un costo de 12 millones de euros y una autonomía de 8,800 kilómetros. Pero eso ya no era suficiente. Ahora, el tricampeón estrenará un Falcon 8X, un avión de 12,000 km de autonomía y capacidad para 18 pasajeros, ideal para hacer viajes sin escalas y seguir sumando días de descanso en su apretada agenda.
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Pero lo más llamativo de esta historia es que en su antiguo avión, Verstappen ya había invitado a varios colegas a bordo. Lando Norris fue uno de los pasajeros frecuentes, aunque la relación entre ambos tuvo un punto de quiebre tras el polémico incidente en Austria el año pasado. Desde entonces, los rumores apuntan a que el británico ya no es bienvenido en los vuelos del tricampeón.
Por ahora, lo único seguro es que Max Verstappen ha elevado su vida de lujo a un nuevo nivel. Y con un jet de estas dimensiones, quizás pronto decida llevar su pasión al extremo e instalar un simulador de carreras en pleno vuelo. Al menos, eso ya lo dejó caer con una enigmática declaración en el pasado.