Una pulverizadora llamada Chivas
La falta de títulos convierten al Guadalajara en una olla de presión para los técnicos
En una pulverizadora de técnicos se ha convertido el Guadalajara, por lo menos en los últimos 10 años. De aquella final de Libertadores frente al Internacional de Brasil al presente, sólamente se salvan dos. El ‘Güero’, José Luis Real, que llegó a una final y el proceso de Almeyda que los hizo campeones y los llevó a un Mundial de Clubes.
Después de eso, han acabado con todo tipo de técnicos. Han pasado por ahí algunos experimentados: La Volpe, Tomás Boy, el ‘Flaco’ Luis Fernando Tena. Pasaron técnicos de casa, hechos y formados en la cantera: el ‘Chepo’ José Manuel de la Torre, Fernando Quirarte, Efraín Flores, quien conocía toda la estructura de fuerzas básicas; se acuerdan que por ahí pasó Ambriz, por ahí pasó Arias, por ahí pasó Cardozo.
¿Quién sigue? ¿Quién es el siguiente en meterse a esa pulverizadora de técnicos en la que se ha convertido el Guadalajara? La falta de títulos en los últimos torneos hace que la situación para el que llegue sea muy complicada.
En Chivas no hay tiempo. Se necesitan los resultados a la brevedad posible, y eso los ha llevado a una inercia en donde ya no hay proyectos, lo único que se busca son resultados al costo que sea. Si hay que comprar dos laterales derechos, se compran aunque haya cantera; si hay que comprar dos laterales izquierdos, se compran; si hay que comprar un volante de contención, se compra. Todo lo hace el Guadalajara en aras de poder obtener los resultados, ¿y esto qué genera?, simple y sencillamente una olla de presión que ha pulverizado técnicos. Insisto, vean a los últimos: Cardozo, Tomás Boy y Luis Fernando Tena.
Y no se olviden de John van’t Schip, el holandés que llegó bajo la recomendación de Johan Cruyff. ¿Quién sigue? ¿Quién sigue en ingresar en esta pulverizadora de técnicos llamada Chivas?