La novela entre los Dallas Cowboys y su receptor estelar, CeeDee Lamb, continúa escribiéndose.
Las negociaciones para la extensión del contrato del joven talento han entrado en una fase crucial, pero las partes aún no han logrado llegar a un acuerdo definitivo.
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Intensas negociaciones
A pesar de las tres semanas de intensas negociaciones, la brecha entre las propuestas de Dallas y las pretensiones de Lamb parece ser significativa.
Según los reportes internacionales, los Cowboys han puesto sobre la mesa una oferta cercana a los 33 millones de dólares anuales, una cifra considerable que posicionaría a Lamb entre los receptores mejor pagados de la NFL.
Sin embargo, el jugador busca igualar o superar el contrato de Justin Jefferson, quien percibe alrededor de 35 millones de dólares anuales con los Minnesota Vikings.
Un jugador clave para el futuro de Dallas
CeeDee Lamb se ha convertido en una pieza fundamental en el esquema ofensivo de los Cowboys.
Su habilidad para atrapar pases, su velocidad y su visión de juego lo han convertido en uno de los receptores más talentosos de la liga.
Las estadísticas de la temporada pasada hablan por sí solas: 135 recepciones en 181 intentos, 1,749 yardas y 12 touchdowns.
Números que demuestran su impacto en el equipo y su importancia para el éxito de la franquicia.
Ante estas cifras y su proyección como uno de los mejores receptores de la NFL, los Cowboys están dispuestos a hacer un esfuerzo importante para retener a Lamb.
Sin embargo, el jugador no está dispuesto a ceder en sus pretensiones económicas, conscientes del valor de mercado que tiene el receptor.
La negociación se complica
La presión es máxima en ambos lados. Los Cowboys necesitan a Lamb para competir por regresar al Super Bowl, mientras que el jugador busca un contrato que refleje su talento y su importancia para el equipo.
Cualquier error en la negociación podría tener consecuencias negativas para ambas partes.
Si las partes no logran encontrar un punto en común, existe la posibilidad de que el receptor se convierta en agente libre al finalizar la próxima temporada.
Esto sería un duro golpe para los Cowboys, que perderían a uno de sus jugadores más talentosos y tendrían que buscar un reemplazo en el mercado.
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