Messi sigue siendo Messi. No hay duda de ello.
Su salida del Barcelona lo colocó quizás en el vache futbolístico más pronunciado de su carrera, pasando de ser un dios en una de las mejores ligas del mundo, a un actor de reparto en la Ligue 1, misma que está lejos de tener el impacto mediático que presume el certamen ibérico.
Pero si algo ha mostrado el Mundial de Qatar 2022 es que el argentino sigue siendo tan relevante como en sus mejores tiempos como culé, y que su dominio está lejos de debilitarse.
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En esta Copa del Mundo, Messi ha anotado tres goles, enviado una asistencia y liderado otras estadísticas no menos relevantes, como ser el argentino con más recepciones de balón entre la línea defensiva y el mediocampo, por mencionar un ejemplo. Aquí les presentamos un guía sobre lo que deben hacer los equipos que enfrenten al rosarino durante lo que queda del torneo, para poder detenerlo.
Sacarlo de su zona de comfort
El primer paso para detener a Messi es sacarlo de la zona del campo en donde se ha sentido más cómodo en esta Copa del Mundo: el centro de la cancha.
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Está claro que el astro tiene una licencia que le permite moverse por donde él quiera. Pero el mayor número de pelotas las ha tocado en el sector central, arropado a su alrededor por Rodrigo de Paul, Ángel Di María y Julián Álvarez.
Debido a que su velocidad ya no es la misma que antes, sería un acierto empujarlo hacia alguna de las bandas, para reducir sus opciones de pase y conducción.
Taparle los ejes de pase hacia la izquierda
Messi ha encontrado en Lautaro Martínez un socio altamente efectivo en esta Copa del Mundo. El argentino suele tomar el balón por el sector derecho del campo, alzar la cara y enviar sus servicios más largos hacia la izquierda, en donde constantemente se ubica el elemento del Inter de Milán.
Se ha acomodado tan bien a este matriomonio, pues en el PSG hace algo similar con Mbappé corriendo a toda velocidad desde la banda izquierda. Filtrar pases es una de las activiades favoritas de Messi desde hace varias temporadas.
Y esto no tiene nada que ver con la etapa de su carrera. Messi siempre ha sido más peligroso moviéndose o buscando espacios de derecha a izquierda. Tapar esos canales de comunicación dificultará las tareas del siete veces ganador del Balón de Oro.
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Detén a Ángel Di María y Rodrigo de Paul
Si lo anterior fracasa, detener a Ángel Di María y Rodrigo de Paul no debería suponer una tarea más complicada que la de neutralizar a Messi, y al mismo tiempo afectaría al rosarino.
La progesión de balón de Argentina está muy recargada en estos dos jugadores y colocarles una marca persona o incluso una doble, significaría el rompimiento del tiángulo Messi-Di María-De Paul, que tanta amenaza genera en las defensas rivales.