El trébol de la suerte estuvo de lado de los Celtics durante el tercer juego de las Finales de la NBA. Boston apaleó 116-100 a los Wariors de Golden State para tomar ventaja de 2-1 en la serie por el Trofeo Larry O’Brien.
El tridente verde comandado por Jaylen Brown, Jayson Tatum y Marcus Smart se combinó para anotar 77 puntos, con 27, 26 y 25 unidades, respectivamente. Este registro los metió a una lista de élite en la historia de las Finales de la NBA. Son el primer trío con al menos 20 puntos, cinco rebotes y cinco asistencias desde la dinastía de los Lakers en los 80s, comandada Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar y James Worthy.
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Además, Brown (25 años y 227 días) y Tatum (24 años y 97 días) se convirtieron en la primera pareja Celtic en anotar cada uno 25 puntos en esta instancia, con 25 años y menos.
Boston fue superior de principio a fin. La primera mitad la dominaron 68 -56. Para el tercer cuarto, los Warriors dieron señales de vida e incluso se llegaron a poner brevemente en ventaja de 83-82; sin embargo, los Celtics reaccionaron para perder solamente por 8 unidades (33-25) el periodo. El cuarto final fue una calca de los dos primeros, con parcial de 23-11 que vio a los locales con amplia superioridad en el costado defensivo (similar a lo que se vivió en el primer encuentro para la victoria como visitante en el Chase Center de San Francisco).
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Golde State también tuvo buenos partidos ofensivos de su dupla con Stephen Curry y Klay Thompson. Ambos finalizaron con 31 y 25 puntos, correspondientemente. Andrew Wiggins agregó 18 unidades para la causa perdida, cuyo esfuerzo debe ser más consistente ante unos Celtics inspirados por su público, que espera a volver a ser un factor para el cuarto partido de la serie, el próximo viernes nuevamente en el TD Garden.
