El boxeador sordomudo y otros casos | El Dictado
Algunas “rarezas” anatómicas no han impedido a algunos boxeadores forjarse como campeones
Es muy conocido el caso del italiano Mario D’Agata, héroe de Arezzo, que no solo era sordo, también era mudo. Y no era un boxeador cualquiera, sino que fue Campeón Mundial Gallo en 1956. Para más datos, después perdió en Los Ángeles co José Becerra, en pelea no titular.
Como D’Agata no oía la campana le instalaban un sistema de luces en los cuatro postes. Este boxeador murió en 2009 a la edad de 82 años.
En esto de “rarezas anatómicas” les quiero contar algunas otras cosas. Nubby Joe Gans se llamaba un peleador de Ohio que compitió en 1929 en Montevideo. A este pugilista le faltaban tres dedos de la mano izquierda: pulgar, índice y mayor. Hizo 30 peleas como profesional y solo perdió cuatro.
Hubo también otro boxeador, Enrique Dovidenko, que tenía el corazón situado en el lado derecho de la caja torácica. Este y otros casos se los platico en El Dictado de esta semana.