Muhammad Ali es uno de los mejores deportistas de la historia, es un ícono de la cultura popular y también será recordado por lo que hizo fuera de los rings de combate.
Cassius Marcelus Clay fue campeón en los Juegos Olímpicos Roma 60, tuvo un registro de 56 triunfos y cinco derrotas, obtuvo seis títulos mundiales diferentes e hizo 25 defensas exitosas del cetro de campeón. Además, en Atlanta 96 fue el encargado de encender el pebetero olímpico.
Pero además de ser un exraordinario boxeador, Muhammad Ali fue un defensor de los Derechos humanos y la igualdad social.
Cassius Clay se acercó a la Nación del Islam y ahí adoptó el nombre de Muhammad Alí, ya que no estaba dispuesto a portar un apellido de sus antepasados, que habían sido esclavos en los Estados Unidos.
En 1967 se negó a enlistarse al servicio militar, luego de que habís sido reclutado para participar en la Guerra contra Vietnam. Alí se reusó por sus creencias religiosas y por su postura pacifista. Como consecuencia fue encarcelado, despojado de su título y se le prohibió boxear profesionalmente por los siguientes tres años. Pero regresó más fuerte que nunca y en 1974 logró los títulos de la AMB y CMB, cuando ganó por knockout a George Foreman en la Batalla en la Selva en Kinshasa, Zaire.
Hasta el día de su muerte, Muhammad Ali siempre luchó por los derechos de las minorías, por la igualdad social y, especialmente, por los derechos de los negros en Estados Unidos, un tema que el vivió en carne propia desde que era un niño.
Gibran Kazen.