Por: Rubén Ramos Duarte
Manny Pacquiao siempre da de qué hablar gracias a su gran legado como uno de los grandes boxeadores de los últimos tiempos. En los últimos días se ha hablado de la posibilidad de que el “Pacman” se suba al ring en este 2020, ya sea en Estados Unidos o en su natal Filipinas. Se ha reavivado una supuesta revancha con Floyd Mayweather, una frente “El Chino” Maidana y también la opción de enfrentar a Connor McGregor, en una de esas peleas multi millonarias (Qué a algunas gusta y a otros no al pensar que es un simple show).
A sus 41 años el futuro de Pacquiao se acerca a su ocaso, independientemente de su ascendente carrera política. Su último combate fue hace más de un año, en julio de 2019 cuando venció a Keith Thurman en el MGM Grand de Las Vegas. Hoy, los titulares en torno al campeón en 8 divisiones diferentes pasan más por temas como los antes mencionados y sobre su vida personal. Ahora uno de sus hijos, Michael, anda de cantante (algo a lo que Manny ya incursionó y la verdad no es su fuerte), y eso es parte de la mística que rodea a este carismático peleador.
Una de ellas es rezar antes de cada entrenamiento, así como bendecir sus pertenencias. Otra es la de repartir dinero a los más necesitados cuando sale a correr como preparación, donando hasta 200 mil dólares a sus seguidores. Dentro de esos datos, hay miles de curiosidades que lo rodean (las cuales abordaré uno de estos días), pero vale la pena destacar la historia del famoso tatuaje del guante de boxeo que tiene en su pecho.
El diseño se lo hizo cuando tenía 13 años. Si bien, el tatuaje no es de la mejor tinta o calidad, para Manny representa algo muy especial. Ha confirmado en reiteradas ocasiones jamás se lo va a tapar, ya que refleja todo lo que tuvo que pasar para llegar a ser el gran campeón de la actualidad y futuro miembro del Salón de la Fama de Canastota.
Azteca Deportes