Uno de los jóvenes boxeadores mexicanos más prometedores en la actualidad es “El Rey” David Picasso, capitalino de nacimiento, y quien antes de entrarle al deporte de los puños, levantó trofeos en el futbol.
A sus apenas 20 años de edad, Alan David Picasso es campeón juvenil intercontinental supergallo del CMB y tiene un récord profesional invicto de 14 victorias, 5 de ellas por nocaut. La única derrota que aparece en algunos de sus registros, fue en realidad un “no contest”, ya que el resultado de ese combate fue anulado porque un codazo le provocó una herida que le obligó a abandonar la pelea.
“El Rey” Picasso es un gran atleta que descubrió su talento deportivo gracias a su hiperactividad infantil. Así que desde los 8 años comenzó a practicar boxeo bajo las instrucciones de su padre, Don Alfonso Picasso, quien lo acompaña muy de cerca en su carrera y aún es parte de su equipo.
Además de boxear, Picasso nos cuenta que practicó natació n cuando era pequeño y por supuesto, el deporte más popular en nuestro país; el fútbol.
Sus inicios en el balompié del boxeador David Picasso
Junto con amigos de la colonia Guerrero, en la Ciudad de México, el pequeño David participaba en torneos sobre una pequeña cancha del Parque de Fútbol Los Ángeles. Primero lo ponían de defensa, pues él mismo reconoce que no era bueno para jugar cuando empezó, por lo tanto, lo mandaban atrás o en ocasiones, lo enviaban al frente para ver si pescaba algún balón que pudiera mandar al fondo de la portería.
Con el tiempo, gracias a su disciplina y a su talento natural para los deportes, “El Rey” Picasso desarrolló excelentes habilidades futbolísticas, que lo llevaron a ganar varios trofeos de campeón a la edad de 12 años, mientras repartía la pelota con calidad jugando como medio de contención.
Yo no le tenía miedo a nada gracias a mi experiencia en el boxeo, estaba acostumbrado a los golpes. De hecho, en una ocasión, salté para pelear por aire un balón y hubo un choque de cabezas. Yo seguí como si nada, aunque el rival sí terminó cortado por el impacto
Una de sus virtudes más sobresalientes era la velocidad, pero no la que ahora luce con los puños, sino la de sus piernas, lo que le permitía correr muy rápido. Así que con base en sus mejoradas cualidades decidió armar un nuevo conjunto en compañía de amigos de la colonia Guerrero, así como de los barrios de Tlatelolco y de Tepito; una escuadra a la que bautizaron como “Magic F.C.”
El partido inolvidable
A los 15 años de edad, “El Rey” Picasso ya jugaba en tercera división, en la categoría sub-20. Sobre aquellos días, recuerda con gusto una ocasión en que enfrentaron al Pachuca. Era un duelo muy complicado porque los chicos de mayor edad de su equipo no asistieron a ese juego.
""Mi papá nos dio una plática motivacional de esas tipo Rocky”, dice entre risas David, “y de forma fantástica, como en las películas, desde el arranque clavamos el primer gol, por lo que el equipo rival se calentó. No podían creer que esos pequeñines les fueran ganando.”
Al final del partido, el equipo del “Rey” Picasso ganó 4-1 con 4 goles suyos y como suele suceder... el juego terminó en bronca.
Debido a esa destacada actuación quisieron firmarlo para la Universidad del Fútbol del Pachuca, pero si aceptaba tenía que renunciar al boxeo e irse a vivir a la “Bella airosa"… por lo que no aceptó. Él tenía en la mira entrar a la UNAM donde actualmente cursa la Licenciatura en Física y por supuesto; es “puma” de corazón.
Se decidió por el boxeo
Fue entre los 17 o los 18 años cuando comenzaron las peleas más fuertes, motivo por el cual cambió la cancha por la portería hasta que una lesión en el dedo llevó a su mánager Panchito Arce a pedirle que no arriesgara su prometedora carrera boxística.
Desde entonces, “El Rey” David Picasso solo juega fútbol en “cascaritas” esporádicas y en realidad, se dedica a estudiar y a entrenar muy fuerte bajo las instrucciones del sonorense Alfredo Caballero.
Hoy es parte de otro equipo, aunque no de fútbol, sino de boxeo: el “Caballero’s Team”. Donde se codea con campeones mundiales de la talla de Juan Francisco “Gallo” Estrada y Miguel “Alacrán” Berchelt, con quien trabaja en intensas sesiones de sparring durante su campamento de altura en Jiquipilco, Estado de México.
