América afrontará la vuelta de la semifinal de la Concachampions con dos goles de ventaja sobre el Philadelphia Union de la MLS y, aunque en Coapa no se sienten finalistas, sí admiten que la ilusión de coronarse a nivel internacional crece conforme avanzan las rondas.
En el caso de Guillermo Ochoa, la edición actual del torneo continental puede percibirse como una revancha por anteriores eliminaciones que se dieron de manera prematura.
“Me ilusiona mucho, porque nos pone de cara a una final, poder levantar un título, ganar un trofeo, más allá del Mundial de Clubes y, sobre todo, por sacarnos esa espina, en lo personal, que fue esa Concachampions pasada, donde no pudimos llegar a la final y nos quedamos en el camino en Orlando. (Jugaremos) con mucha seriedad, porque sí hicimos un buen partido en la ida, pero la vuelta va a ser complicada”, dijo el guardameta, en la antesala del encuentro.
El director técnico del equipo, Santiago Solari, coincidió con el capitán de su escuadra, al menos en cuanto a la negativa a presentarse con confianza desmedida.
“Está también el rival y éste intentará ahí imponer lo suyo. Sabemos que que nuestro rival tiene virtudes, porque para avanzar a estas etapas de una competición tan dura hay que tenerlas y nosotros tenemos que tratar de minimizarlas”, apuntó el estratega.
Para los futbolistas azulcrema, cortar la racha de cinco años sin ganar la Concachampions es una exigencia innegociable, con los colores que portan como único argumento.
“Nosotros sabemos el compromiso que tenemos de vestir esta playera, de estar peleando llegar hasta las finales y los campeonatos en los torneos que disputamos. Vamos a asumirlo con esa misma seriedad, con esa responsabilidad que lleva el estar en el Club América”, decretó Ochoa.
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Visita emotiva
Y pese a la seriedad que presumen los elementos de las Águilas, Solari se dio el tiempo para visitar un sitio con significado personal, que poco atañe al duelo de este miércoles.
“Tuve la oportunidad de visitar la universidad a la que fui, hace tantos años que ya no me acuerdo, cuando yo tenía 17 años en 1994, así que fue un día emotivo para mí. Sí tenemos aficionados en todo el mundo y no sé si Filadelfia sea uno de los lugares donde tenemos más, no lo creo, pero claro esperamos ver algunos de nuestros oficinas en el estadio”, concluyó el timonel argentino.