El mundo de la NBA está de luto. El legendario pívot congoleño, Dikembe Mutombo, ha fallecido a los 58 años víctima de un cáncer cerebral. La noticia ha conmocionado a todos los amantes del baloncesto, quienes recordarán a Mutombo por su imponente presencia bajo los tableros y su inmenso corazón.
“Dikembe Mutombo era simplemente más grande que la vida misma. En la cancha, fue uno de los mejores bloqueadores de tiros y jugadores defensivos en la historia de la NBA. Fuera de la cancha, puso su corazón y alma en ayudar a los demás”, expresó con tristeza Adam Silver, comisionado de la NBA.
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Mutombo, quien fue elegido en ocho ocasiones para el juego de estrellas y ganó cuatro veces el premio al Defensor del Año, dejó una huella imborrable en la NBA. Su característico gesto de negar con el dedo índice, que se convirtió en su sello personal, quedará para siempre en la memoria de los aficionados.
Mutombo, segundo jugador con más tapones en la historia de la NBA
Miembro del Salón de la Fama del Baloncesto, el congoleño disputó 18 temporadas en la NBA en las que destacó sobre todo por su imponente poderío defensivo.
Así, Mutombo es el segundo jugador con más tapones en la historia de la NBA con 3.289, solo por detrás de otro ilustre pívot africano como Hakeem Olajuwon (3.830).
A lo largo de su trayectoria en la NBA (1991-2009) jugó para seis equipos: Denver Nuggets, Atlanta Hawks, Philadelphia 76ers, New Jersey Nets, New York Knicks y Houston Rockets.
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El congoleño, que anunció en octubre de 2022 que padecía un tumor cerebral, luchó con valentía contra la enfermedad. A pesar de su diagnóstico, nunca perdió la sonrisa y siguió siendo una inspiración para millones de personas alrededor del mundo.
Mutombo destacó por su compromiso con causas sociales
Más allá de sus logros deportivos, Mutombo destacó por su gran corazón y su compromiso con causas sociales. Tras retirarse del baloncesto profesional, dedicó gran parte de su tiempo a ayudar a los más necesitados, especialmente en su país natal, la República Democrática del Congo.
Su legado trasciende las canchas de baloncesto. Mutombo será recordado como uno de los mejores defensores de todos los tiempos y como un hombre excepcional.
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