Originaria del norte, a Guadalupe González podrían describirla como la versión contraria de Lady Placa, pues creció en Hangares, un lugar olvidado de la Ciudad de México en donde la criminalidad es pan de cada día, pero jamás se dejó influenciar por las personas con las que se rodeaba, al contrario, toda su vida se ha visto marcada por tener ganas de superarse a sí misma y seguir aprendiendo cada vez más y más.
Desde joven comenzó a trabajar, y uno de sus primeros empleos fue en una plaza de computación en donde tuvo la oportunidad de comenzar a aprender todo lo básico sobre tecnología, cosa que en su momento no sabía que la llevaría tan lejos; este trabajo la ayudó a pagarse sus estudios y así se dedicó a dar lo mejor de sí en la carrera de ingeniería en sistemas, de donde salió recomendada por uno de sus profesores, quien le ayudó a conseguir su puesto en la UNIC.
Con una pasión desenfrenada por su trabajo, Guadalupe González “Gigi”, podría pasarse horas y horas frente a una pantalla de computadora con tal de descubrir el hilo negro que le ayudaría a sus compañeros a cerrar el más complicado de los casos. Su esfuerzo lo presume con la frente en alto, es por eso que porta con mucho orgullo su uniforme de la UNIC.