Si te perdiste el capítulo 3 de Eres extraordinaria, no te preocupes, que aquí te lo contamos con todo el sabor y el dramatismo que merece. La vida de nuestra protagonista, que está a punto de pedir una renovación de contrato a la vida misma, empieza a ponerse un poco más complicada. ¿Por qué? Porque está harta de sufrir por el escritor que la tiene atrapada en un romance forzado, donde básicamente se siente como un extra en una película de segunda categoría. ¡Y no es para menos!
De repente, la chica se encuentra con un personaje misterioso que parece tener una misión en la vida: ayudarla a reescribir su destino, pero, spoiler alert: el tipo no tiene rostro. ¡Sí! Como si fuera un emoji de incógnita con patas. ¿Y cómo puede ser esto posible? Pues resulta que el escritor aún no le ha dado un perfil, un nombre o incluso una personalidad. ¡Es un personaje sin forma ni fondo! Todo un misterio, como esas pizzas que llegan a casa sin saber bien si son de pollo o de jamón.
Entonces, nuestra protagonista decide lanzarse a un viaje, que parece más bien una huida de su propio destino. Allí, el amor escrito por el gran guionista de la vida la hace sufrir como nunca. Claro, ella ya está más que lista para ir al gimnasio del alma, pero necesita la ayuda de su chico misterioso, que resulta ser tan útil como una almohada sin relleno. Pero, como en todo buen giro de trama, ella, en un momento de desesperación (y quizás un poco de rabia) pide un deseo, que parece jamás se cumplirá. ¡Y sorpresa! El personaje sin rostro y sin personalidad decide hablar por primera vez.
Así que ya sabes, si pensabas que esta historia era solo una comedia romántica predecible, piénsalo otra vez. Este capítulo está lleno de giros, personajes misteriosos y un poquito de magia, todo aderezado con una pizca de desesperación. ¡Quién necesita más!
